Capítulo 4: Una pelea con mal final

50 1 2
                                    


Aunque había sonado la campana antes de que llegara con mis amigos tuve que ir al baño para limpiarme la cara y las manos que tenía manchadas de ese aderezo que tanto me gustaba. Al terminar de lavarme me habían venido ganas de ir al baño. Había terminado y estaba por salir, cuando escuché a dos personas que entraban, no sabía quiénes eran, pero no quería salir por si fuera alguno de los tontos compañeros de mi prima que siempre me molestaban en los cumpleaños de ella.

-Por favor, tranquilizate-Dijo una voz asustada y temblorosa, que me parecía familiar

No hubo respuesta.

-Te lo pido, no me hagas nada- Dijo la misma voz, solo que ahora con terror

En ese momento si hubo respuesta, solo que no la que hubiéramos deseado.

Por suerte me había subido arriba del inodoro, ya que (sin mirarle la cara) vi como se había agachado para ver si había un indicio de alguien que presenciara el homicidio. Cuando se fue el maleante salí aliviado del baño y al ver a la persona lo reconocí al instante, era el mejor amigo de mi prima. Sabía que era muy divertido, que le iba regular en la escuela y que era al que a muchos profesores no les caía bien.

Salí gritando y llorando del baño, inmediatamente salieron todas las personas de los salones y me preguntaron qué era lo que había pasado. Entre sollozos me pudieron entender rápidamente y fueron a ver el cadáver. Nunca entendí cómo hacía la gente para lidiar con la muerte de alguien cercano, pero espero averiguarlo, aunque no sé si va a ser posible.

El asesino es MarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora