Cápitulo 3: Recreos diferentes

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Estaba leyendo mi libro cuando sonó la campana y salimos todos al recreo. Con mis amigos solíamos estar debajo de una escalera que tenía el patio de primaria ya que era el único lugar donde podíamos sentarnos a hablar sin que nos pise algún chico más chico que nosotros, pero el nuevo patio era muy tranquilo así que nos pusimos a hablar en el primer lugar que encontramos libre.

-¿Se dieron cuenta de lo petizo que es el profe?- dijo Colo

Mis amigos le respondieron que sí, pero al decir verdad, al examinarlo no me había dado cuenta. Suponía que era porque al ser yo bajo no me daba cuenta cuando otra persona lo era, pero no lo sabía bien.

Nos pusimos a hablar de todo lo que habíamos hecho en nuestras vacaciones, y también de las chicas que habíamos visto en estas. Me di cuenta de que cada uno se había ido a un lugar diferente en un tiempo diferente: Einstein se había ido las dos primeras semanas de enero a Bariloche, Colo se había ido a Mar del plata las dos últimas semanas de febrero, Bart a Córdoba las dos primeras semanas de febrero y yo, a villa gesell las dos últimas semanas de enero.

Me fui a comprar algo para comer al kiosco que tenía el patio de secundaria, había tanta gente que terminé siendo el último en comprar. Me había comprado un sanguche de jamón y queso con mayonesa y al volver con mis amigos no solo me lo había comido sino que también me había manchado todo con mayonesa.

El asesino es MarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora