-Se golpeó con la puerta de la camioneta.-Victoria hablaba al teléfono con Nathalie.
¿Esa fue su excusa?.
No creo haberle pegado tan duro como para dejarle marca pero aun así ojalá que tenga un gran hematoma.
Me encontraba en el mesón de la cocina, comiendo cereal con leche y un batido.
Victoria seguía hablando con sus amigas, mientas yo disfrutaba de mi delicioso desayuno.
Era Viernes último día de la semana, mañana tendría todo el día para salir o para leer; cosa que siempre hacia.
-Victoria, tengo que llegar al Instituto en cinco minutos.-susurre.
Ella tan odiosa como siempre, siguió hablando mientras con sus manos sostenía su bolso , una carpeta y las llaves del carro.
Ese auto era de las dos, papá lo había comprado como un regalo de lastima, por la muerte de mamá.
Sabia manejar, pero no pensaba discutir con Victoria el día de hoy, ni en un futuro.
Era insoportable cada que quería, era mi hermana mayor pero parecía la pequeña.
Hacía berrinches por todo, todavía lo hace. Papá la complace en todo, no es que a mí me tenga abandonada, pero es diferente yo no quiero nada, ella lo quiere todo.Así comenzó mi día, la misma Victoria despreocupada por nuestras vidas, con celular en mano, condujo como si estuviera borracha, como siempre.
-¡¡'Ah Dios mío, Gracias!!.-por esta razón nunca venía con Victoria, pero gracias a Bridget y a su tía abuela-que murió de Cancer- tuve que hacer este viaje de muerte.Y no, no soy una insensible, solamente que Bridget viajó solo por la herencia, ella es la interesada más cruel del mundo.Me abandonó, en las garras de la mala conductora de Vicky.
-Ya sé que te alegra verme, pero no es para tanto, compartimos todas las clases.-Bruno apareció en frente de mí con la parte derecha de su rostro de un color entre morado y rosado.
Comencé a reírme, hasta que una lagrima logró salirse de mi ojo izquierdo.
-Si, ríete todo lo que quieras tú,Cruela de Vil.-lo dijo en son de broma, pero sus ojos eran amenazadores, no se quedaría satisfecho hasta regresar el golpe, claro que no sería un puñetazo.
-Dulzura, tenias que ir a casa quería ver una peli contigo.-Victoria parecía una retardada, lo que causa el amor.
Aunque no pienso que Victoria este enamorada, simplemente es así con todos sus novios.
Bruno no le respondió, ni sí quiera le regresó a ver, sus ojos siguieron conmigo.
-Vámonos, Kylie no podré llevarte hoy salgo con las chicas.-puso un brazo sobre el cuello de Bruno.
-¡¿QUÉ?!.- quería estampar su hermosa sonrisa contra el auto.
-Si, es una pena.- es tan odiosa y egoísta.
Trate de calmarme, no quería ir en autobús, pero lo reconsideré y mil veces prefiero ir sola a que con mi hermana insoportable.
-Esta bien.-respondo calmada, Victoria se nota un poco afligida.
-¿No te importa?.-pregunta.
Sé cómo piensa Victoria, ella solo quería cabrearme, pero no lo consiguió.
-Yo la llevaré.-de pronto las dos regresamos la vista a Bruno.
-No, cariño tienes que hacer cosas, Kylie se irá sola, no le importa.- la situación se le salió de las manos.
-Pero no es problema.-Bruno trama algo su sonrisa lo dice todo, quiere venganza.
-No.- dije antes que Bruno insistiera.
Muy tarde.
-A la salida, te espero en la camioneta.-y con Victoria colgada de su hombro siguió caminando, no volvió a mirarme.
Claro, que no iría con el.
En la entrada del instituto habían un grupo de chicos queriendo no asistir a clases, otras chicas corrían a encontrarse con sus novios motociclistas pedofilos eran como alcohólicos después de la terapia.
Encontré a Sam en mi casillero.
-Estaba esperándote, no quería ir sola a la clase de Literatura, tú sabes el miedo que me da " la Señora Olivia".
La señora Olivia o más conocida como la Gran "O" era una señora cincuentona que no tenía ni un ápice de aprecio por los estudiantes, era cruel, insensible, sus clases usualmente eran eternas con el miedo suspendido en el aire como si el primero que digiera algo fuera a explotar como un globo.
-Si, vamos.- conseguí todo lo que quería de mi casillero y comenzamos a dirigirnos a nuestra primera clase de literatura, no podía creer que era el quinto día y recién me tocaba clase con la bruja de la Señora "O", bueno creo que se tomó los primeros cuatro días para planear cómo hacernos sufrir este último año.
-Me han dicho que el proyecto de final de año, será una locura....quisiera que nos tocara con un profesor bueno necesito una nota alta.- dijo Sam mientras caminábamos.
Yo, en cambio solo quería que no nos tocara literatura como último proyecto, moriría, ese trabajo equivalía la mitad de la nota del último año.
Tenía que tener como mínimo un nueve, no podía tener menos que eso.
-Prefiero que sea algo como investigación...- comenté.
Llegamos a la aula 201, el salón de Literatura, era uno de los salones más grandes del instituto.
Algunos estudiantes ya se encontraban en su sitio, en silencio.
Los que más molestaban en otras clases, parecían extraños comparados a como se comportaban en Literatura.Ocupe mi lugar justo en la mitad, como siempre.
Sam se sentó en las últimos pupitres, Bruno llegó después de un rato con una marca de labial en el cuello justo cerca de ese lunar que tiene.Sonrío en mi dirección y yo fruncí las cejas.
La vieja llegó después de un momento, justo a tiempo como siempre.
Con un conjunto que ya se lo había puesto pero ella siempre usaba sus conjuntos típicos, pensaba que por usarlos diferentes días de la semana o tal vez del mes no nos daríamos cuenta que no sabía combinar sus atuendos y por eso se ponía los mismos simples y aburridos conjuntos de ropa.-Bienvenidos, señores y señoritas a un nuevo comienzo del fin de una etapa de sus vidas, claro que no todos podrán terminarla porque la gente es estupida se tropieza, cae y no se vuelve a levantar si no que lo que hace es hundirse o simplemente flota.¡No sean estúpidos!
Algunos se rieron y otros pusieron mala cara, sabían que esas palabras tenían dedicatoria.
Para aquellos que repitieron curso, para los que tuvieron que quedarse todo el verano en clases, para los que pasaron por milagro.
Yo no era buena, pero tampoco mala.
Lo mejor era que no sabía de mi existencia y quería que se quedará así.-Como Siguiente punto, después de mi emotivo discurso, quiero anunciarles que este año seré la encargada del proyecto final, para mi buena a suerte y para las de ustedes tengo a mi cargo más de tres grupos este año.
Todos quedaron petrificados incluso yo, no lo podía creer el karma de nuevo atacaba, me golpeaba y fuerte.
-Y déjenme decirles que no será fácil, deberán sorprenderme con nada más y nada menos que un libro..

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Persiguiendo al Romance
Подростковая литератураLo nuestro era estrictamente profesional: El me enamoraba y yo escribía.