¿Ahora qué?

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En un almacén abandonado, en el otro lado de la ciudad, alrededor de 3.7901 segundos después:

"Chicos.... Podemos hablar esto como gente civilizada" decía Georgina a sus eufóricos compañeros.

"No, este imbécil se lo buscó, voy a enviarle a casa en pedazos" Exclamó Jorge mientras miraba con atención a Jacob, y mantenía su guardia arriba, dando saltos diminutos en preparación para algo.

"Mira Jorge yo no sé de dónde sacas..."

Jacob fue interrumpido al recibir el torpe golpe de Jorge, que a duras penas movió a Jacob un paso atrás.

"Puedo hacer esto toda la tarde" dijo Jorge antes de ser noqueado de un solo golpe por Jacob.

"Creo que deberíamos dejarlo" sugirió Jacob a Georgina.

"Eso no es muy amable de tu parte Jacob" respondió la joven.

"Honestamente... no nos sirve de mucho, solo molesta"

"¿Qué oportunidad tiene de sobrevivir solo?"

Jacob se encogió de hombros.

Georgina suspiró de exasperación.

"Esperemos a Lía, ella tendrá alguna idea" sugirió Geo.

"Yo no suelo tener buenas ideas" dijo la joven de voz gruesa femenina que aparecía en ese momento, entrando por un gran hoyo en el nivel alto de la pared del almacén. Prosiguió a encontrar su manera de bajar, ayudándose del montón de objetos que predominaban en el lugar. El almacén parecía haber sido de alguna familia adinerada, pues tenía desde bicicletas para niños hasta tragamonedas completamente funcionales. En el suelo había marcas de llantas, tanto de automóvil como motocicleta. Del techo colgaban adornos espectaculares, uno de los cuales Lía utilizó para hacer su descenso. Parecía ser que alguien había utilizado el almacén como refugio en el pasado, pues cuando ellos llegaron, ya estaba completamente saqueado y había mantas y comida enlatada abandonados en el lugar.

A Jacob le preocupaba por qué alguien abandonaría el lugar con tal prisa que les hiciera dejar provisiones atrás.

"Llegas justo a tiempo Lía" exclamó Geo.

"De hecho llego tarde, casi es media noche, pude haber terminado rodeada de Fríos si no me apresuraba" Contestó la intrépida joven que ahora estaba al nivel del suelo junto a sus amigos. "¿Qué le sucede a Jorge?"

"Jacob lo noqueó"

"Oh, buen trabajo Jacob, esperemos que no despierte para cuando salga el sol, asi podemos dejarlo"

"Ustedes no tienen alma chicos" exclamó Georgina enojada.

"Si no la tuviésemos los Fríos no nos atacarían" respondió Jacob con voz burlona.

"¿Cuánto falta para media noche?"

"¿Preocupada Lia?" preguntó Jacob.

"Esas cosas me aterran, solo dime la hora"

"Son las 11:58" contestó Geo "No te preocupes, no hay forma de que entren aquí"

"Eso crees, pero esos malditos lograron entrar a la mansión de Kave Ash en el norte, pueden entrar a cualquier lugar si saben que hay humanos" explicó Jacob

"¿Cómo es que lo saben de todos modos?" preguntó Geo.

"Nadie lo sabe, por todo lo que sabemos, solo si nos ven" respondió Lia "No se ve como que puedan escuchar u olfatear"

"Pero tampoco es como si tuvieran ojos..." comentó Jacob.

"Huh..." exclamó Lia.

La charla fue interrumpida por un estruendoso sonido, desde la parte trasera del alargado y espacioso almacén.

"¿Un frío?" preguntó alguien

Los tres jóvenes miraban atentos hacia la fuente del sonido, esperando que algún otro movimiento ocurriera. Ninguno habló de nuevo y mientras intentaban relajar su respiración, el lugar se volvía cada vez más silencioso.

...

"¿Y qué si había tomado de más? No es como si la hubiera obligado a hacer lo que hizo, ella lo hizo porque lo quería, ¿De acuerdo?" dijo Ericka sentada en la mesa y con una botella de Champagne en su mano y una copa de vidrío en la otra.

"Ericka, eres de lo peor" comentó el joven desde la silla.

"Di lo que quieras Gerardini, te he visto mirarme con ojos de deseo"

"Sueñas"

Ericka se levantó e inclinó su cabeza para susurrarle a Gerardo al oído.

"Todas las noches"

Gerardo suprimió el deseo de vomitar.

"Santo cielo, podrían calmarse ustedes dos" exclamó Sam dese el otro lado de la habitación "Alguien revise que Heidy siga viva"

"Yo puedo hacer eso" dijo Ericka antes de proceder a dejar la botella de Champagne en la mesa y dirigirse a Heidy.

"Trata de no abusar de ella" dijo Sam en tono burlón.

"No es mi tipo" Respondió Ericka con absoluta seriedad.

Gerardo aprovechó la oportunidad y escondió la botella medio llena de Champagne mientras Ericka acercaba su oído al rostro de Heidy.

"Sí, respira" exclamó Ericka una vez erguida.

"Pudiste revisar eso con tu mano" le reclamó Sam.

"No se puede oír con las manos idiota" respondió la intoxicada joven.

"Mami... no quiero ir al colegio... las otras niñas son malas" murmuraba Heidy.

Ericka se desconcertó ante la ausencia de la botella de champagne, pero pronto se dirigió a tomar una botella de vino de debajo de la mesa.

"Oh dios mío, tiene otra botella"

...

En otra parte de la ciudad, en un vehículo recreativo, cuyas ventanas laterales y traseras estaban completamente cubiertas por gruesos trozos de madera clavados a las paredes del vehículo.

"¿Apagaste las luces?" preguntaba Edward

"Sí, me encargué de todo" Respondió su compañera.

"Bien, no deseo saber cómo se siente que uno de esos monstruos te coman por dentro"

"¿No quieres ni imaginarlo?" preguntó River.

"Ah de ser... frío"

River dejo salir una risa tonta.

"¿No se te ocurrió nada mejor?" preguntó la joven.

"Bueno, se han de llamar así por algo, ¿No?"

"Ugh, ándale pues"

"No tienes idea de cuánto extraño el internet"

"Si... yo extraño a Gerardo"

"¿Gerardo? ¿Por qué habrías de extrañarlo a él?"

"No lo sé" respondió River antes de darse vuelta y cerrar los ojos.

"Espero que hayas apagado las luces, mi flojera no me permite revisar" dijo el joven bostezando.

Ambos descansaron los ojos después de un largo día, cada uno en su lado del luminoso Vehículo recreativo, que destallaba sus luces delanteras y traseras en la oscura noche.


Proyecto 0: Weebs vs el apocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora