Nostalgía

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En un universo controlado por seres conocidos como Frios. Una temible bestia recolecta energía para la aniquilación del mundo. Un mundo derruido por alguna fuerza superior que acaba con lo que toca posiblemente sin intención.

Un joven de nombre Edward despierta para ver a su amiga de la infancia sentada sobre el suelo mirando al techo.

"Así que vives después de todo..." dijo el joven exhausto.

"Es que no dejabas de roncar"

"¿Eso es lo que te despertó?"

"En realidad si desperté algunas veces cuando movías el auto en la noche para escapar de los Fríos. Pero parecía que lo tenías todo bajo control"

Edward sintió una ira enorme acumularse dentro de él, pero no dijo nada.

El sol apenas se levantaba sobre el horizonte anunciando que estarían a salvo por unas cuantas horas.

"Es curioso" decía River "Nunca creí que el mundo acabaría así...

"Sí... Te pone a pensar que hubiese sido si cualquiera de los otros escenarios se hubiese vuelto realidad"

"Pues... uno podría decir que así es"

"¿Qué hay de los zombie?"

"¿Los Fríos no te son suficiente?"

"Hm... ¿Venganza de la naturaleza?"

"Dicen que Skara ha sido reclamada por arboles consientes"

"Tonterías. ¿Qué tal ataque de una plaga como en el relato bíblico?"

"Estoy segura que ese relato no pertenecía al libro del apocalipsis"

"¿Qué tan segura?"

"Diez por ciento segura. De todos modos, podría decirse que los Yuliohs cuentan como plaga. Son en parte insectos después de todo"

¿Qué hay de un cataclismo masivo? No estamos viviendo ese escenario"

River guardó silencio por un momento.

"¿Y cómo llamas a todo esto?"

Edward sintió un momento de poesía amarga sobrecogerlo. Nadie dijo otra palabra por algunos minutos. River volvió a acostarse sin dormir. Edward abrió las cortinas del frente del auto y se sentó a observar el horizonte.

El ambiente era hermoso. Frente a él se extendía una larga y solitaria carretera justo a las afueras de la ciudad, la cual también podía verse en el lejano horizonte. Los arboles cubrían en gran parte el escenario, dándole un aire fresco y natural a aquel lugar. Edward disfrutó de la vista y del ambiente por un rato, observó el sol salir detrás de la montaña más grande de Lahina, una ciudad en que otras personas lidiaban con su propio apocalipsis, que en realidad era el mismo que el de todos los demás pero relatado de una forma que cuenta solo pequeños pedazos de historias dejando al lector esperando más pero nunca dándole ese "más" porque el mundo es cruel y olvidé que había dejado este proyecto en alguna parte... quiero decir... el, uhm... dios de este universo había olvidado sus responsabilidades como dios del universo de relatar las historias de dicho lugar a entes de procedencia desconocida.

Así es como entonces. Uno de nuestros queridos protagonistas observaba el hermoso amanecer sobre su objetivo y meta de ese mismo día y de las semanas e incluso meses previos. La alabada y aclamada ciudad de Lahina.

Edward observó aquella preciosa ciudad con nostalgia en los ojos.

"Después de todo... aún es tan bello el amanecer aquí"

Proyecto 0: Weebs vs el apocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora