Novia abusiva ↔ Evan Peters y Taissa Farmiga

Capítulo 4

[Taissa]

Sentí como mi sangre hervía, ¿Quien es para hablarme así? Me pare y subí de dos en dos los escalones hasta llegar al baño.

-¡Evan!-grité mientras golpeaba la puerta.-¡Abre la maldita puerta!

-¡No!

-Bien, algún día tendrás que salir-dije alejándome un poco.-pero cuando salgas, oh amigo, lo que te espera- retrocedi un poco y me encerré en el cuarto.

[Evan]

Salí del baño y sigilosamente camine hasta nuestro cuarto, entre y vi a Taissa dormida, con el control en la mano y la televisión prendida. Gire sobre mis talones y solo di un paso cuanto escuche la voz de Taissa.

<<Pero ¿Qué mierda? >> Pensé.

-Alto ahí, Peters

Frene en seco y volví a girar, Taissa estaba frente a mi con los brazos cruzados.

-Por una vez después de muchos años me importa lo que te pasa-comenzó a decir.-se que soy una basura y lo acepto pero te quería ayudar, no tenes derecho a hablarme así-estaba apunto de golpearla.-ahora, pagarás por eso-y sin mas preámbulos me dio una cachetada que sonó, creo que en toda la casa.

Yo la mire con miedo mientras que mi mano sostenía mi mejilla. Me dio un empujón y yo hice equilibrio para no caer. Me dio otra cachetada. Se quiso tirar arriba mio pero yo corrí haciendo que me deje un rasguño en mi brazo con sus largas uñas. Bajé las escaleras y salí de la casa, saque mis llaves del auto del bolsillo y entre en el. Arranque y me dirigí a casa de Kylie, la única amiga que nunca me abandonará.

Estacione frente a su casa, baje y toque el timbre. Me atendió a los segundos con una sonrisa.

-Evan, que sorpresa-sonrió.-por favor, pasa-dijo y se hizo a un lado.

Entre y me senté en su sillón de cuero negro.

-Y-dijo sentándose a mi lado.-¿Qué te trae por aquí?.

-Discutí con Taissa-ella más que nadie sabe de lo pasa.

-¿Te pego?

-Por supuesto

-Evan, te he dicho muchas veces que termines con ella, es un monstruo, una bestia, una idiota-está claro que Taissa no le cae bien.

-Pero no puedo

-¿Por qué no?

-Porque la amo

-Pero se ve que ella no

-Si me ama, a su manera

-Evan, no tenes remedio-dijo poniéndose la mano en la cara.

Es cierto, no tengo remedio.