Las secuelas

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11:16 AM. DOMINGO

Cuando despierto tengo una terrible jaqueca, estoy en mi cama. ¿Cómo demonios llegue aquí?
Salgo de mi cuarto y noto que tengo la misma ropa de ayer mi player sigue llena de vomito. 
Que asco.
La llevo a la lavadora y voy por algo de desayunar, cuando llegó a la cocina me doy cuenta que no hay nada. Carajo. Entonces regreso a mi habitación me pongo ropa limpia (o eso creo), voy camino a la puerta para tomar las llaves del coche. No están. Salgo al patio preocupado para ver si está mi coche.
Y no está.
!carajo! ¿Dónde está?
Ya se.
Mauricio, si si si él lo tiene le voy a marcar y le voy a preguntar. Saco mi celular y me recuerdo algo importante. No tengo su numero. ¿Ahora que hago? Comienzo a pensar en una solución lógica. Por suerte se me ocurre algo suficientemente coherente.

11:40 AM. DOMINGO

-Gracias José - le digo aliviado
- De nada- se queda en silencio un segundo- ¿oye?, pero ¿por qué me pides su numero? ¿No, se lo pudiste pedir anoche que se fueron juntos?
Me sonrojo al pensar lo que pasó anoche, sigo apenado por haberle vomitado encima.
- Estaba demasiado pedo para pedírselo- digo tranquilo
-oh claro. Bueno me tengo que ir. Adiós- dice y corta la llamada.
Saco el teléfono y le marcó a su celular.
Espero
Espero
Y no contesta. Estaba a punto de colgar cuando algo muy extraño pasa. El teléfono suena en mi casa. Empiezo a buscar de donde proviene el sonido y lo encuentro en la barra de la cocina.
-¡mierda! - cuelgo el teléfono y comiendo a dar vueltas por toda la cocina.
Me paro en seco cuando el teléfono empieza a sonar. Lo tomo y veo lo que aparece en la pantalla
Numero desconocido. ¿Quién será? ¿Estará bien contestar? Lo pienso un segundo y atiendo la llamada- ¿Bueno?
- ¿Esteban?
- ¿Mauricio? - pero ¿qué demonio? - ¿De dónde estás marcando?
- Pues del hotel ¿cómo que de dónde pendejo? - contesta como si fuera la única explicación posible.
- ¿tú tienes mi auto? -preguntó preocupado.
- si, aquí está- suelto un suspiro- y creo que tú tiene mi celular ¿cierto?
- Si wey - hay un silencio un poco incómodo- oye ¿en qué hotel estas?
- En el Fruts-Hill
- Ok voy para allá- cuelgo

12:03 PM. DOMINGO

El taxi me deja enfrente del hotel y le llamo a Mauricio desde su teléfono. Después de la llamada más corta que hemos tenido tomo el ascensor y voy directo a su cuarto que es el 33 del piso 12.
Le vuelvo a llamar para decirle que estoy afuera de su cuarto.
- Ya estoy afuera.
- Ok voy.
- Oye pero de verdad arregla tu cuarto por qué no quiero ver nada extraño cuantos entr... - doy la vuelta mirando hacia la puerta y me encuentro con Mauricio recargado en el marco de la puerta con una pequeña toalla azul en la cadera. Por cierto solo esa toalla azul en todo el cuerpo.
Cuelgo el teléfono
- Te dije que no quería ver nada extraño- digo irónico
- Bueno vas a pasar ¿o no?
Entro a su cuarto que es un total desmadre. Hay ropa por toda la cama, una silla tirada y para acabarla un par de calzones en una lámpara.
- Que lindo cuarto- digo sarcástico.
- Cállate idiota.
Me voy a sentar en un sillón y estiro mi mano con su teléfono.
- Creo que esto es tuyo.
- Gracias, y creo que esto es tuyo - dice tomando las llaves de mi auto que hace un momento estaban tiradas en la cama. Asiento con la cabeza a y las tomo.
Hay un pequeño silencio hasta que  Mauricio lo rompe - Mmm bueno quieres hacer algo tal vez- frunce un poco el ceño- ¿quieres ir a desayunar? Y así nos ponemos al día.
- claro - digo con una sonrisa en el rostro- solo ponte un poco de ropa por qué no pienso salir contigo en toalla
- Ash que nena, solo quieres que me ponga ropa por qué te da miedo que te quite a las chicas sexys de esta manera- se levanta y se le cae el teléfono ambos nos inclinamos a recogerlo. Yo logró tomarlo y al levantar la visita me doy cuenta que la toalla de Mauricio se cayo y el teléfono de este se resbala de mis manos y volteo la cabeza tapándome los ojos.
- ¡maldicion Mauricio tápate eso! -creo que él no se había dado cuenta que se le cayo.
-¡mierda! -gritó mientras se fue corriendo al baño pero no fue lo suficientemente rápido pues cuando me destape los ojos pude ver si trasero justo antes de ver la puerta del baño cerrarse.
Esto fue muy incomodo así que trato de romper la tensión gritándole.
- Buen paquete el que tienes ahí abajo.- espero su repuesta esperando que Mau no se enoje por el comentario.
- Lo sé a las chicas les encanta.
Suspiro y creo que el ambiente se relaja un poco. 5 minutos después Mauricio sale complemente vestido.
- Bueno ¿ nos vamos?

12:31 PM.          DOMINGO

Ambos subimos a mi auto. Esta vez yo manejo.
- Y bueno ¿a dónde quieres ir? - le preguntó.
- Hay un buen restaurante aquí a la vuelta
- pues vamos
Piso el acelerador y al llegar a la esquina doy vuelta a la derecha. Estamos muy cerca pues en menos de 5 minutos llegamos. Dejó el coche en el valet entramos y pedimos una mesa para dos.
Todo es normal hasta que doy una vista  a las mesas y por segunda vez en este fin de semana mi estómago da un giro de 180 grados.

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Este libro está escrito en colaboración de RocoLpezAguado

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