trois.

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me llevé el dedo índice a la boca una vez más, sin poder evitar mostrar mis nervios; podía sentir el corazón latirme tan rápido como para asustarme y ni hablar sobre mi respiración. de todos modos, ¿cuál era el propósito? comenzaba a pensar que era una señora mucho más mayor que yo, pero ¿no debería estar casada?

hay mayores solteras, yoongi.

me llevé ambas manos a mis mejillas para palmeármelas ligeramente, intentando convencerme de que no era gran cosa y, al menos, me serviría de algo... o podría ponerme en una gran vergüenza.

qué fastidio.

cerré los ojos con fuerza antes de abrir la puerta con la máxima fuerza que pude, pero cuando di un paso a la puerta vecina, esta se abrió de sorpresa, dejándome ver a la misma chica de ayer.

interesante.

- ¿necesitas algo? -preguntó con un poco de diversión en su voz, causada por la cara que debía de tener. negué con la cabeza sin poder decir nada y ella se hizo paso frente a mí para empezar a caminar en dirección a las escaleras.

- ¿eres tú la de los gemidos? -pregunté casi sin pensarlo, arrepintiéndome en el momento en que vi que se detuvo sin girarse hacia mí.

me mordí el labio hasta que sus ojos se encontraron lentamente con los míos examinándome completamente. - ¿cómo te llamas? -preguntó, volviendo a acercarse.

- min yoongi, -murmuré- puedes decirme yoongi.

una pequeña media sonrisa se extendió por sus labios mientras se acercaba un poco más a mí, y yo me ponía más nervioso. -¿quieres que lo sea, yoongi?

sentí mi labio inferior temblar cuando sus zapatos chocaron contra los míos; las chicas que conocía siempre trazaban su límite, ella parecía no tenerlo. y eso de alguna forma me gustaba.

- si. -le susurré viendo como su sonrisa se ensanchaba.

- me tengo que ir -comentó dando dos pasos lejos y haciendo que todo el aire que tenía guardado saliera. sin embargo, el sentimiento de nervios se convirtió en adrenalina cuando la observé completa. ella tenía algo diferente-. nos vemos luego, yoongi.

me quedé observando el espacio que se formaba entre sus piernas al caminar, sintiendo como los pantalones empezaban a molestarme de nuevo, pero se me había escapado un gran detalle.

- ¡dime tu nombre! -exclamé haciéndola detenerse una vez más, solo que esta vez una sonrisa apareció de inmediato en su rostro a la vez que se encogía de hombros.

- pónmelo tú -ladeó su cabeza son un sutil guiño antes de finalmente bajar las escaleras sin mirar hacia atrás mientras sentía una sonrisa aparecer en mi rostro.

parece que la chica gemidos era más interesante de lo que pensé.

ºº

  ©clitaeris; 2/16. // adaptación: xtaegi; 6/16

moans + myg [adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora