moans + myg [adaptación]

cinq.

cerré los ojos fuertemente mientras sujetaba el objeto más cerca de mi oído, comenzando a impacientarme con cada segundo que pasaba.

uno, dos... no contestaba.

- a la mierda -gruñí arrojándolo a mi lado luego de haberlo cerrado y me quedé mirando fijamente la pared enfrente de mí.

había reunido todo el valor para llamar a casa desde que me fui y, sinceramente, esperaba que, al menos, tuvieran la preocupación o esperanza de que los llamaría tarde o temprano; sin embargo, después de tres largas llamadas, no había más señal que un insoportable ruido de espera.

se los agradezco, en serio.

me paré sin dudarlo, pero no despegué la mirada de la pared mientras me mordía el labio; ella no estaba en casa y me molestaba. quería escucharla, o al menos sentirla... otra razón más para hacer de este día uno de los peores.

me pasé la mano por la nuca desordenando los cabellos que se encontraban allí mientras pensaba en qué hacer ahora. me encontraba inquieto, con ganas de hacer algo. así que tomé una camisa a cuadros para ponérmela sobre mi camiseta negra y salir del departamento, pero sin antes cerrar la puerta, me detuve en seco.

no subió la mirada, no hizo ningún gesto, pero sí hizo que el corazón palpitara fuertemente contra las costillas cuando, en un intento de levantarse, la falda le subió hasta dejarme ver más allá que el espacio que había entre sus piernas. tragué.

- ¿vas a algún lado? -preguntó jugando con las tiras de su mochila, aún sin mirarme,

- iba -respondí, sin dejar de observar cómo el oscuro cabello le tapaba las sonrojadas mejillas.

- ¿puedo pasar? -volvió a preguntar, pero ahora su mirada conectó con la mía y casi sin pensarlo me remojé los labios.

- si quieres -murmuró y su pecho se infló un poco antes de caminar hacia mí y echarme a un lado gentilmente con su mano.

no miró nada, no dijo nada, tan solo caminó hacia la pared por la cual la había escuchado por primera vez y posó su mano sobre ella mientras una sonrisa se aparecía en sus labios.

- éstas paredes parecen de cartón -rió y la acompañé mientras me acercaba después de haber cerrado la puerta-. qué ironía, ¿no, yoongi?

- ¿huh? -pronuncié con confusión, apoyándome a su lado para verle la cara.

- somos vecinos y vas a darme clases -aclaró retirándose la mochila con suavidad, pero creando un estrepitoso ruido cuando cayó al suelo, aunque de todas formas no me sobresalté.

no dije nada en respuesta, no estando seguro a lo que se refería, pero cuando tomó una lata de cerveza y se apoyó bruscamente a mi lado tomando un sorbo, un extraño pensamiento se me vino a la cabeza.

hasta ahora no me había dado cuenta de lo bien que olía y de lo hermosa que era de cerca. a pesar de que seguía siendo una desconocida, había algo que me incentiva confianza en ella, o tal vez, solo atracción... muy fuerte.

- ¿quieres? -me tendió la lata haciéndome darme cuenta de que la estaba mirando fijamente.

- solo bebo soju -me disculpé y ella echó la cabeza hacia atrás en indicio de una carcajada que nunca soltó, pero que me dio una exquisita vista de su cuello.

- ¿a qué viniste? -me pregunta con una sonrisa y mi ceño se frunce brevemente.

- cosas nuevas -murmuró.

ella detiene su sonrisa y se remoja los labios. - vaya, - susurró- has llegado al lugar correcto entonces.

mordí el interior de mi mejilla ante su oración y el silencio que ambos habíamos ocasionado con nuestras miradas... era demasiado, el corazón me latía muy rápido y su aliento chocaba contra mis labios.

pero luego se fue convirtiendo en un sonrisa que me hizo tragar gordo una vez más; se inclinó hacia mí con lentitud, provocándome, sintiendo cómo me palpitaba más que el corazón. su nariz rozó la mía y ya no supe qué era respirar por unos segundos cuando su mano escaló mi pecho y se perdió en mi nuca.

pero sólo sentí un húmedo beso en mi mejilla y luego la puerta cerrándose junto a su ausencia.

ºº

  ©clitaeris; 2/16. // adaptación: xtaegi; 6/16