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Jungkook vivía relativamente cerca de mi casa, por lo que preferí ir andando en vez de coger el transporte publico, y así familiarizarme con la zona. Durante todo el camino estuve intentando deshacer el lío que tenia en mi cabeza. Él... Me hacia sentir cosas que no había sentido nunca, y tenia miedo de que eso fuese amor. Pero, ¿verdaderamente sentía algo tan profundo por él? ¿O simplemente le tenia mucho aprecio por ser mi primer amigo de verdad? También hay que tener en cuenta que en toda mi adolescencia no había tenido relaciones de ningun tipo con un chico, ni siquiera amistosas. Me intente convencer a mi misma de que simplemente le quería mucho como amigo, y le estaba agradecida por haberme ayudado tanto. O algo así. Pero entonces, ¿por que demonios me ponía más nerviosa conforme me iba acercando a su casa? Quizás era por ser la primera vez que iba a casa de un chico. Si, definitivamente era eso.

Cuando llegué al portal de su edificio estuve pensándome seriamente el mandarle un mensaje a Jungkook diciéndole que estaba enferma y volver a mi casa. Ya tenia el dedo a punto de pulsar el botón de 'enviar', cuando me di cuenta de que mi examen de matemáticas dependía de este día. No me quedaba otra que ir a su casa. La casa de un chico, de 19 años. En la que estaríamos los dos solos.

«Solos...».

Finalmente, llamé al timbre. Me respondió con su típica voz animada y me abrió la puerta. Ya no había vuelta atrás. Estaba a punto de entrar en la casa de un chico por primera vez, y, por si no lo he dicho suficientes veces, estaríamos los dos solos. Cuando llegué a la puerta de su apartamento, tragué saliva y le di dos toques a la puerta. Desde dentro oí otra voz masculina decir '¡Jungkook, han llamado a la puerta!'. Espera. ¿Qué? La voz de otro chico... Eso quería decir que... ¿No estaríamos solos? Quizás había invitado a algún amigo suyo. La mayor parte de mi consciencia se sintió aliviada, pero... Había algo en mi que sentía decepción al pensar que tendríamos compañía. Espera, ¿en que estaba pensando?

Finalmente, Jungkook abrió la puerta, con su sonrisa habitual. Tenía el pelo mojado y una toalla colgando del cuello. Probablemente se acababa de duchar. Me invitó a entrar y eche un vistazo a su apartamento. Era pequeño, la cocina estaba conectada con el salon, en el que había un pequeño sofá de dos plazas y una mesita de café. Al fondo había dos puertas, del baño y la habitación, supuse. Sentado en el sofá se encontraba un chico, bastante más bajo que Jungkook, con el pelo de color naranja, que me miraba fijamente, pero no me decía nada.

«Igual está esperando que le salude yo primero»

-Hola-. dije mirando en su dirección-. Soy Chohee, la amiga de Jungkook.

De repente la expresión del chico cambió a una mirada perpleja. Luego, miró a Jungkook, que mostraba el mismo asombro que él. Acto seguido, me miraron los dos, pero no dijeron nada.

-Eh...-. comencé a decir, confusa-. ¿He hecho algo malo?

Los dos muchachos se volvieron a mirar, como si no supieran que responder. Finalmente, Jungkook decidió tomar la palabra.

-Eh, no, claro que no. Este...-. dijo mirando al desconocido-. Este es Jimin. Eh...

Estaba confusa. No entendía por que estaban actuando así. Jungkook volvió a mirar al tal Jimin, como pidiéndole ayuda.

-Encantado, Chohee-. dijo al fin el muchacho pelirrojo, sonriéndome un poco-. Soy Jimin.

-¿Vas a quedarte con nosotros?-. pregunté.

Jungkook irrumpió entonces en la "conversación"

-Eh, no, no, nada de eso, Jimin ya se iba...-. le miró-. ¿Verdad?

El susodicho asintió.

-Si, claro, yo solo... Solo había venido de visita, pero ya me voy... Adiós.

Rápidamente se despidió y salió del piso. No sabía que mierda acababa de pasar, la verdad. No comprendía su comportamiento, pero decidí no preguntar. Mire de reojo a Jungkook. Se le veia preocupado. Quise aliviar la tensión.

-Bueno, ¿empezamos a estudiar?-. dije mientras me acercaba al sofá.

Oí que Jungkook se reía.

-¿De que te ríes?

-¿Pretendes ponerte a estudiar en la mesita de café?

-¿Dónde si no?

Él se dirigió hacia una de las puertas.

-Tengo una mesa en mi habitación, vamos.

-¿En tu habitación...?

-Claro, ven.

«Su habitación».

La habitación era bastante pequeña. Aunque igual el hecho de que había una mesa en medio que ocupaba la mitad del espacio influía un poco. Le eché una ojeada rápida a la cama. Estaba sin hacer. Era de una sola persona, y no se si el saber que los dos difícilmente cabriamos ahí me tranquilizaba o me decepcionaba. Me sonrojé al pensar esto último, y recé por que Jungkook no se diera cuenta. Como solo había una silla, él me la cedió y se sentó en el borde de la cama. De todas maneras, era tan alto que aun así llegaba perfectamente a la mesa. Comenzamos a estudiar, pero yo no era capaz de concentrarme. No paraba de darle vueltas al hecho de que estaba sola en la habitación de Jungkook y no había nadie más en su casa. Le miré de reojo mientras me explicaba. Con la cabeza gacha, el pelo le tapaba un poco los ojos, así que lo aparto lentamente con la mano. Sin saber como, acabe mirándole la boca. Nunca me había fijado en que tenia un lunar debajo del labio. Mierda... Quería besarle.

-... y así es como se resuelve este problema. Oye, ¿me estas escuchando?

Salí de mi ensimismamiento con esa pregunta. Me sentí terriblemente avergonzada por las cosas que había estado pensando. Jungkook estaba serio.

-Estás muy distraída. ¿Qué me estabas mirando?

«Tu boca, porque necesito besarte».

-Eh... Es que me acabo de fijar en que tienes un lunar debajo del labio... Supongo que me he quedado mirándolo.

Él se sonrojo un poco y sonrio levemente, pero en seguida volvió a ponerse serio.

-Vamos Chohee, si no me atiendes no podrás aprobar-. me tendió su lápiz para que intentase hacer yo el problema-. toma, hazlo tú.

Cuando estiré el brazo para coger el lápiz, nuestras manos se rozaron. Yo la retiré rápidamente, sonrojadísima. Luego caí en la cuenta de que no lo había cogido.

«Soy imbécil».

-Chohee-. oí la voz de Jungkook. Estaba muy serio-. Me estas preocupando, ¿por qué estás tan nerviosa? ¿Te pasa algo?
Se levantó y se puso en cuclillas a mi lado.

-¿Acaso estás así porque estás en mi habitación?-. continuó-. ¿Porque estamos solos en mi casa?

-Yo...

No supe que responder a eso. De todas maneras, era obvio que esa era la razón. Me atreví a mirarle. Estaba demasiado cerca. En cuanto cruzamos miradas, su expresión seria se convirtió en una sonrisa. Pero no una sonrisa amable como normalmente. Esta vez, había algo de picardía en ella. Poso una mano sobre mi hombro y, con la otra, agarró mi cintura, y se pegó más a mi.

-¿Acaso yo te gusto?

Nuestras bocas estaban a escasos centímetros de distancia. Estabamos tan cerca que estaba segura de que él podía sentir mi corazon latiendo a mil por hora. Tenia sus ojos clavados en los mios. No fui capaz de sostenerle la mirada y cerré los ojos. Y entonces...

Llamaron al timbre.

Behind the reality - [BTS] (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora