De fiesta

27 3 1
                                    

(Lidia)

Pasamos todo el día escuchando a los instructores que nos explican que haremos durante estos 10 días y nos enseñan las instalaciones y en la playa tomando el sol (ya que nos habían dado tiempo libre). Llega la noche y con ella, la famosa fiesta de iniciación (donde simplemente nos reunimos todos en la playa con la música a todo volumen y bailamos, nos conocemos...).
Me pongo un vestido negro ajustado, me maquillo ligeramente y salgo de nuestra habitación acompañada de Oli y Ale.

Ale- ¿Creéis que veré al chico del autocar?
Oli- Jajajaj ¿es que te gusta?
Ale- Que? Para nada simplemente es curiosidad...
Lidi- Ya, claro.

Llegamos a la playa y divisamos a un montón de gente de nuestra edad bailando, cantando, jugando en la orilla... miro a mi alrededor y me extraño al ver que no hay nadie que nos vigile. Nos acercamos a la multitud y nos ponemos a bailar al ritmo de un remix de "catch and release".
Ale- No me lo creo! Nuestra canciooon.
Oli- Me encantaa, gosips!!
Pasa una hora y la música sigue a tope y la gente con muchísima energía. Oli se va con Max a bailar y acaban juntos persiguiendose por la orilla empapados mientras Ale habla con una chica que acaba de conocer y yo voy a por una cocacola.
Vuelvo al sitio donde me encontraba antes pero Ale ya no está y me encuentro sola rodeada de desconocidos. Noto como una mano aferra mi muñeca y me gira hacia él. Me quedo mirándolo extrañada. Tiene una melena rubia (del mismo color que la mía) y unos ojos verdes con una mirada fría y misteriosa que hace que aparte la vista de ellos rápidamente. Es guapo, muy guapo pero tiene algo que me hace querer alejarme a la vez que intentar descubrir que se oculta detrás de esa fachada de chico duro.
- Quieres liarte con migo?
Que!? Es lo que menos me esperaba que dijera. Es un completo desconocido! Almenos tendría que ganárselo o pedirme un baile antes, si acaso. Ante mi silencio, que toma como un sí, coloca su mano en mi espalda y me acerca hacia él me roza la mejilla y con tan sólo a unos centímetros de mi rostro logro decir, alejándome:
-Antes tendrás que gustarme, ¿no crees?
Noto como vacila un instante sin poder creer que alguien le haya rechazado y como sus músculos se tensan. Se oyen las voces de mis amigas a mis espaldas y él se gira y desaparece entre la multitud.
Ale- Lidia donde estabas! te estábamos buscando.
Lidi- Había ido a por una cocacola.
Oli- Aja...
Veo como intercambian una mirada de complicidad y ríen. Supongo que vieron la escena a lo lejos. Ignoro su reacción  y volvemos a bailar y cantar pero esta vez, notando unos ojos verdosos clavados en mí como dagas.

10 días para recordarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora