escapémonos

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(Lidia)
Llegamos a un pequeño campo en los límites del bosque y Alex (que así es como me han dicho mis amigas que oyeron llamarle) se para delante de una vaya.

Alex- Hemos llegado.

Intento no mostrar la decepción que siento pero pensaba que me llevaría a un sitio más... nose divertido.
El me observa durante unos segundos y veo cómo sonríe un poco intentando reprimir una risa.

Alex- ¿No creerás que soy tan aburrido como para llevarte a un campo sin más?

Entonces, se lleva una mano a la boca y pega un silbido que hace que se acerquen galopando dos caballos blancos hacia nosotros.

Lidi- Espera, ¿vamos a montar?
Alex- Claro que sí, que pasa, ¿es que tienes miedo?
Lidi- Pues si! Nunca he montado...
Alex- No te preocupes, es fácil, yo te enseño.

Tras una clase improvisada de 1h, me siento preparada para partir. Me coloco detrás de su caballo ya que según sus explicaciones así mi caballo seguirá al suyo y yo no tendré que preocuparme de nada y partimos hacia las profundidades del bosque.

Lidi- ¿Te puedo preguntar una cosa?
Alex- Claro
Lidi- ¿Porque me has llevado a mí a este sitio?
Alex- ¿No es obvio? Dijiste que para tener algo contigo te tendría que gustar. No creas que se me ha olvidado, verás que acabaras loquita por mi.
Lidi- Jajajajajaja ¿y así pretendes conquistarme?
Alex- Sisi.. tú hazte la dura y difícil pero sé que te encanta.

Y sin más palabras hecha a galopar haciendo que, como él había dicho, el mío se pusiese a copiarlo y yo acabase gritando y agarrada la silla como una araña.

Alex- Carrera!!!

¡¿Este chico está loco o que el pasa?! Es la primera vez que me subo a un caballo ¿y pretende competir?
Pero no voy a dejarle ganar ni mucho menos. Reúno todo el coraje que puedo y tiro un poco de la rienda izquierda para posicionarme al lado de mi contrincante. Este vacila un instante pero luego manda a su caballo ir un poco más rápido.

Alex- La meta es el gran árbol de allí!

Visualizo el árbol que queda a unos pocos metros de distancia y copiando la operación que había hecho Alex para hacer que su caballo corra más rápido logro acercarme considerablemente a mi enemigo. Ya no queda nada para llegar y nos mantenemos en las mismas posiciones. Finalmente el llega primero, baja de su caballo y me hecha
una mirada socarrona.

Lidi- ¡¿Pero tú de qué vas!? ¡Podría haberme matado!
Alex- Cierto, pero no lo has hecho y que yo sepa ibas bastante decidida a ganarme ¿no?
Lidi- Pues sí, y lo hubiese hecho si no fuera porque era la primera vez que montaba...
Alex- Jajajaja no me ganarías ni loca, pequeña.

3...2...1... empiezo a gritarle, insultarle y le prometo una revancha donde obtendrá su merecido que él me niega.
Él se empieza a acercar peligrosamente hacia mí, demasiado cerca... Ay no... otra vez no... Me quedo parada sin quitarle la mirada de encima hasta que ya, sintiendo su aliento sobre mi rostro una gran sonrisa se dibuja en el suyo y me dice - ¿vamos pequeña?
¿Es que este chico no parará de provocarme nunca? Ato a mi caballo junto al suyo y me siento a su lado, apoyada en el gran árbol mientras miro lo rápido que van pasando las nubes en el horizonte.
Las horas van pasando y acabamos hablando de mil cosas, entre ellas me explica que una vez escapándose de los monitores llegó aquí y vió los caballos, se fue a montar y el dueño lo pilló, pero se hicieron amigos ya que le recordaba a él de pequeño y ahora le deja usarlos cuando quiera.
El saca una cesta que tenía guardada al lado del árbol y la abre ofreciéndome un trozo de tortilla de patatas.

Lidi- Espera... ¿cuánto tiempo lleva eso allí?
Alex- Ajajaj tranquila, me escape ayer por la tarde para prepararla y dejarla aquí

Ah... es por eso que no lo encontraba. Comemos, reímos, hablamos y sobretodo acabamos conociéndonos el uno al otro y descubriendo lo mucho que tenemos en común. Salvo por un detalle:
Alex- Sigo sin saber tu nombre.
Lidi- Tampoco es que me lo hayas preguntado.
Alex- cierto, ¿cómo te llamas?
Lidi- Tampoco he dicho que lo fuera a decir jajajaja seguirá siendo un misterio, Alex.
Alex- ¿Y como es que sabes mi nombre, chica misteriosa?
Lidi- Tengo mis contactos...
Alex- hummm... y te gusto ya?
Lidi- ¡¿Que?! No. Solo ha pasado un día.
Él me rodea con sus brazos y me atrae hacia si quedando los dos abrazados mirando la puesta de sol y yo apoyo mi cabeza en sus hombros, cierro los ojos y susurro - pero no vas mal encaminado...
No hace falta abrir los ojos, se que sonríe y me doy cuenta que yo también. Seré tonta... ¿qué hago sonriendo? Este chico no me gusta, no me puede gustar, no en un día... arhg estupido chico de ojos verdes...

***

Alex- Mierda! nos hemos quedado dormidos!
Abro los ojos y me llevo una sorpresa al ver la poca luz que queda. Alex me libera de su reconfortante calor y me tiende una mano para ayudar a levantarme.
Alex- Deberíamos ir tirando ya antes de que vayan a revisar las habitaciones y vean que no estamos
Lidi- Emmm... tenemos un problema.
Alex- ¿Que pasa?
Lidi- Mi caballo no está.
Alex- Ah no te preocupes siempre vuelve al campo donde lo encontramos, ven sube a mi caballo.
Obedezco y me coloco detrás de él abrazándolo con fuerza para no caerme. Él empieza a galopar y apoyo mi mejilla en su hombro para que no me venga todo el viento de cara. Llegamos y efectivamente mi caballo había vuelto, dejamos al de Alex junto a este y partimos corriendo hacia el hostal donde nos hospedamos.
Tenía que empezar a llover, ¿enserio?Ahora me encantaría que apareciese el típico chico de película que me ofrece su chaqueta para no pasar frío pero lamentablemente el único chico que me acompaña ni lleva chaqueta, ni viendo el frío que hace creo que me la dejaría.
Alfin llegamos, cansados, empapados y hechos un asco. Nos quedamos un tiempo en silencio mirándonos escuchando la tormenta desgranar sobre nosotros hasta que se lo miro por última vez y empiezo a correr en dirección a la puerta de mi habitación pero de repente me paro en seco, me giro, vuelvo a mirar a esos brillantes ojos y susurro ún -gracias... y vuelvo a correr con una sonrisa marcada que nadie ni nada haría que se me borrase en todo la noche.
Lo que no sabría es si aquella noche el también se quedó bajo la tormenta y la poca luz de la luna, sonriendo y pensando en que esto no habían sido dos desconocidos aleatorios que se habían conocido, sino dos desconocidos perfectos que se habían encontrado.

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⏰ Última actualización: Sep 05, 2016 ⏰

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