Capitulo 18. ¿Eres tu tris? 2/2

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Tobias.

Inmediatamente Evelyn encendio la luz me dedico una mirada llena de compasión y se marchó.

Mi mirada no se despegaba del suelo, así que levante la cabeza.

Mis piernas no lo soportaron, caí sobre mis rodillas.

Mis ojos derramaban lágrimas sin parar, mis ojos Ardían, mi garganta quemaba.
Sentía que me faltaba el aire no podía respirar.

Aún en el suelo observe a Tris, la observe, tendida en esa cama, pálida, demasiado delgada, desde donde yo estaba en el suelo, su cuerpo se veia demasiado desnutrido.

Me fui incorporando poco a poco, aún con la mirada borrosa gracias a las lágrimas que inundaban mis ojos.

Aún seguían resbalándose por mi cara, no lograba evitar sentir de nuevo la culpa recorriendo cada una de las partes de mi cuerpo.

Todo lo que estaba sufriendo Tris en este momento era mi culpa.

Ya de pie, camine los pocos pasos que me separaban de la cama donde estaba Tris, intentaba que los sollozos no salieran de mi boca.

Tris.

No entendía lo que pasaba.
Había escuchado que alguien abrió la puerta y encendio las luces, no oía nada, unos sollozos llamaron mi atención.

No reconocía esos sollozos, es más, desde que había estado aquí no había oído llorar a nadie.

¿Quien estaba llorando?

¿Porque lloraba?

De nuevo intenté abrir mis ojos pero no lo logré, los sentía demasíado pesados para abrirlos.

Sentí que una mano se posaba en mi rostro, ese tacto me recorrió un escalofrío por todo el cuerpo.

Tobias.

Estando enfrente de Tris las lágrimas brotaron aún más de mis ojos, no las podía controlar, salían por si solas como si ellas fueran Dueñas de mi cuerpo.

Levante mi mano, encaminándola hacia su pequeño y frágil rostro, que ahora estaba demasiado pálido.

Mi mano acariciaba su rostro y no pude contenerme más y me solté a llorar como nunca lo había hecho.

Recargue mi cabeza en su abdomen, hundiendo mi rostro en ella.

Mi llanto era amortiguado por su cuerpo, y las mantas que cubrían su delgado cuerpo.

Tris.

Los sollozos cesaron y se convirtieron en un terrible llanto.

Quien quiera que fuera, se recostó en mi abdomen y comenzó a llorar con más fuerza mojando las mantas que me cubrían con sus lágrimas.

Aún no identificaba quien podría ser quien llorara de esa manera junto a mi.

Sin embargo sabía que se trataba de un hombre ya que los sollozos eran demásiado graves para tratarse de una mujer.

Tobias.

-Perdón Tris- sollocé en su abdomen- Lamento haberte metido en todo esto.

Levante un poco la mirada y vi su mano tendida aún lado de su cuerpo, la tome sin pensarlo dos veces y entrelacé nuestros dedos, y bese el dorso de su mano, sentirla de nuevo, era lo único que necesitaba, pero ahora quería que ella despertara, que me reconociera.

Me incorporé, y con mi mano libre tome su rostro, contemplando cada una de las facciones de su rostro; su cabello había crecido, su piel estaba pálida, y sus ojos estaban cerrados, me acerqué a su rostro.

Pose mis labios en los suyos, mis ojos volvieron a derramar lágrimas y calleron en su rostro.

Tris.

"-Perdón Tris, Lamento haberte metido en todo esto-"

Esa voz, la conocía a la perfección.
Era Tobías, mi corazón dio un vuelco enorme.

Sentí como Tobías entrelazaba nuestros dedos mientras depositaba un beso en el dorso de mi mano.

Tomo mi rostro con su otra mano.
Esta sensación me estaba matando, necesitaba en ese momento verlo, tocarlo, sentirlo.

Y justo en ese momento sus labios se posaron en los míos haciendo que mi corazón aumentará si ritmo.
Sentía como sus lágrimas caían en mi rostro.

En ese momento empecé a llorar, sabía que las lágrimas saldrían de mis ojos cerrados y Tobías lo notaría, pero no podía aguantarse más las lágrimas.

Tobias.

Sentí como se resbalan lágrimas de los ojos de Tris, me separé de ella inmediatamente sentí sus lágrimas.

Limpie sus lágrimas y llame a Evelyn para que subiera al piso.

Cuando Evelyn subió, revisó a Tris.

-Bien Tobías, ella está bien, las lágrimas sólo fueron un reflejo de sus sentimientos- Evelyn puso su mano en mi hombro- Será mejor que no escuché nada más y dejemos la a solas-

Evelyn se encaminó hacia la puerta y yo la seguí, me volví a ver a Tris por última vez y salí de la habitación.

Mi culpa. Tobias EatonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora