Together (Presente Part.4)

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El cuerpo de Seung se ajustó por inercia al valle entre las piernas de Mino, separo su rostro del menor, sonriéndole dulcemente al comprender la invitación implícita en aquel movimiento, libero por un instante las manos de su joven amante e impulsándose fuera del lecho, camino hasta la puerta para poner el pestillo –-no necesitaban interrupciones— Observó como el cuerpo del menor se extendía sobre la cama relajado, con sus ojos recorrió toda aquella extensión de piel dorada que ahora brillaba por culpa del sudor. Una sonrisa torcida se dibujó en la boca de su sobrino al notar como el mayor le observaba, podía sentir como sus labios se encontraban totalmente hinchados por los besos y mordiscos que minutos antes se habían regalado, Mino era perfecto, a sus ojos ningún mortal poseía aquella apariencia, él era todo con lo que alguna vez había soñado y a partir de este momento le iba poseer para siempre.

Apago las luces principales de alcoba, dejando solo la lámpara de la mesa de noche encendida, sus pupilas se dilataron al notar como la piel del menor se tornó más oscura, las sombras de la noche marcaron con suavidad cada protuberancia en el cuerpo del moreno. La pequeña criatura entrecerró sus ojos provocando que estos lucieran misteriosos y cargados de deseo, el anhelo de los amantes era palpable en el ambiente.

Sin querer perder el tiempo, siendo consciente de que todo estaba en su contra, Seung opto por retirarse la ropa antes de acercarse a su amante. Una a una las prendas fueron desprendiéndose de su cuerpo como si solo estuvieran esperando aquella oportunidad, Mino al ver como aquella piel que solía estar cubierta por varias capaz de ropa era expuesta frente a él, abrió sus ojos y boca sin poder evitar soltar un suspiro.

El mayor libero el botón de su pantalón, siseando cuando rozo su miembro por sobre la tela, podía sentir como la humedad se filtraba por las 2 capaz que actualmente aprisionaban su falo, que a estas alturas ya se encontraba urgido por fundirse en el interior del menor.

Como una pantera acechando a su presa, Seung camino hasta el borde la cama mientras tiraba del elástico de sus boxers, provocando que el menor salivera esperando verlo en toda su gloria. Poso una de sus rodillas en el borde y con delicadeza estiro su mano para acariciar la fina piel de las piernas del menor. Mino cerró los ojos dejándose guiar al nirvana por la electricidad que aquel ligero toque le producía.

Impulsándose con la pierna que aun tocaba el suelo, Seung paso su cuerpo por encima del menor, buscando acomodarse de tal forma que no se perdiera ninguna expresión del pequeño que temblaba sumido en el placer. Aspiro el aroma del pequeño cuerpo a su lado mientras rosaba su cuello con su lengua, el sabor picante de aquella piel, provocó que sus papilas gustativas estallaran y cada terminación nerviosa de su piel reaccionara. Succiono el lóbulo de la oreja de su amante tirando en unas cuantas ocasiones de el para estimularlo, en momentos como este agradecía el haber contado con numerosos amantes los cuales le sirvieron de prueba para este momento.

Recorrió con su lengua todo el camino que lo separaba de la boca que suplicaba por ser tomada. Tiro del belfo inferior con sus dientes, ganando un gemido en respuesta, desesperado por tener más del niño, saboreo la boca de Mino con fuerza, trazo con su sus dientes y musculo la pequeña cavidad que intentaba seguirle las demás de su apetito, cerro sus ojos con fuerza analizando como aquel pequeño que ante sus ojos se convirtió en hombre sabia a Dioses. De nuevo pellizco con sus dientes su labio exigiéndole al pequeño que abriera su boca más para él. La saliva escurría entre la unión, bajando hasta el cuello de Mino, que podía sentir como el aire ya escaseaba en sus pulmones, pero prefería morir a separarse del mayor.

Cubrió a su pareja con su cuerpo, obligándolo a recibirlo entre la cuenca de sus piernas, con movimientos sutiles de su cadera, empezó a estimular sus miembros que se rozaban entre si y se impulsaban con ayuda del líquido seminal que ya escapaba por sus cabezas. Seung bajo su brazo derecho hasta la cintura del menor, apretando el hueso de la cadera que sobresalía intentando aumentar la fricción entre sus cuerpos. Decidido a hacer de su primera experiencia con el moreno algo memorable, se retiró de los labios de este y descendió por su mandíbula buscando el par de botones carmines que se encontraban brotados por causa de la excitación. Tiro más cerca del niño para poder aprisionar con su boca una de las protuberancias, mientras que con su mano libre tomo la otra tirando de ella con dos de sus dedos, sacándole al pequeño ya aturdido por el placer uno que otro gemido.

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