El pequeño "grupo" por asi decirlo, de Max, Fred, Beck y Christy, habían podido escapar de los mercenarios que no tenían buenas intenciones.
Estaban asustados, sabían que había alguien buscando algo en alguien, y que si uno no satisfacía sus deseos, lo más seguro es que terminase muerto.
-¿Para donde vamos? -preguntó Christy.
-Para donde nos lleve el viento -sonrió Fred.
-Silencio...-susurró Max -. Oigan -todos agudizaron el oído.
Era como si algo estuviese golpeando una pared para derribarla.
Max miró a Fred.
-Yo iré un segundo a ver, ustedes quedense aquí, hay algo a lo que le llamo, la ley de los 10, que trata de que si no estoy en 10 minutos aquí, marchense sin mi -dijo Max para todo el grupo -. Cuidense mientras no estoy -expresó mientras se iba.
-Ni que fueras Chuck Norris -bromeó Beck con una sonrisa.
-No, soy mejor -dijo con una sonrisa antes de ser perdido de vista.
Max se acercaba cada vez más al golpeteo fuerte. Tenía curiosidad por saber que estaba pasando...
Se acercó un poco y... Todas sus dudas fueron aclaradas...
Un Sort, golpeando ferozmente a una pared como si detrás de ella hubiese un tesoro.
Por un momento cesó. Levantó la vista del suelo y olfateó. Después de un momento, este se encontraba mirando a la dirección de Max.
Lo que Max temía era eso. Cazador.
Los Sorts se dividen en ramas.
Los Cazadores: Son de los más peligrosos. Son los que te pueden encontrar en cualquier lado, gracias a su olfato desarrollado que logra distinguir cualquier tipo de olor. Su único punto débil es que son ciegos así que si eres lo suficientemente astuto, y logras esconder tu olor. Puedes sobrevivir. Solo mueren si le disparas en reiteradas ocasiones en la cabeza. Una escopeta podría hacer el trabajo más fácil.
Los Ogros: Son los más desapercibidos, los más fáciles de matar, un disparo en la cabeza es suficiente para aniquilarlo, el unico peligro que tienen es que su piel emana un ácido que de tocarte, puede acabe con tu piel. Son gordos y estúpidos, pero deseosos de carne.
Los Zancudos: Son rápidos. Llegan a velocidades de hasta 50 km/h. La única recomendación es que... Nunca corras de un Zancudo, tienes más posibilidades de vivir si lo enfrentas.
Por último. Los más temibles...
Los Sádicos: Sólo una cosa los hace diferentes a los demás. Matan por puro placer. Así que si pensaste dispararle a tu amigo para entretener a este Sort, deberías pensarlo 2 veces.
Volviendo al hilo de la historia, se encontraba un cazador mirando en dirección a Max. Rápidamente Max sacó su cuchillo de caza, si usaba su arma, alertaría a los demás Sorts.
Pensó rápidamente que haría. Pero lo extraño era que no se le ocurría nada. Entonces, optó por luchar cuerpo a cuerpo. Debía aprovechar su vista lo máximo posible.
Al verse en esa situación, tuvo que hacer la más fácil. Tiró el cuchillo a la cabeza, el sort no lo esquivó ya que estaba concentrado en un solo olor en ese momento, el de la carne de Max.
Lo siguiente que hizo Max fue correr en dirección al Sort, que se encontraba desorientado, y finalmente seguir acuchillándolo hasta matarlo.
Sin embargo eso no fue posible...
Un disparo con silenciador a lo lejos, acabó enseguida con el Sort.
-Gracias por distraerlo -dijo con una sonrisa un chico desconocido, mientras enfundaba su arma.
Max aún en su asombro, apuntó su arma en dirección al chico.
-¡Hey! Calma, no soy tu enemigo -expresó el desconocido.
-¿Por qué creer eso? -preguntó Max.
-¿Por qué no hacerlo? -contraatacó.
-Hace unas horas, observamos a un tipo matando a alguien sólo porque este escupió un chicle, y al parecer no era el color que quería.
La cara del chico de cabello rubio cambió de golpe. Su mirada dirigida al suelo, le hizo entender a Max que el había perdido a alguien por culpa de esos tipos.
-Tranquilo, eres de fiar, por el momento -bajó su arma Max -. Pronto nos contarás tu historia, por el momento, sólo dime tu nombre. El mio es Max.
-¿Como no creer que me vas a robar y siguiente a esto asesinar? -preguntó sarcástico el chico -. Mi nombre es Heinze, mucho gusto Max -estrechó su mano.
***
Max y Heinze habían llegado sanos y salvos al punto donde se encontraban Beck, Christy y Fred.
Al ver la cara nueva presente, los chicos se alarmaron y apuntaron hacía el individuo.
-¡Hey, hey! Tranquilos, viene conmigo. Me salvó de las garras de un Sort -dijo rápidamente Max, siguiente a esto los muchachos bajaron el arma.
-Soy Heinze -dijo tímidamente el muchacho.
-Bueno, más adelante serán las presentaciones. Por el momento, debemos buscar un lugar seguro, y descansar.
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Uno: El Poder De La Cruz.
Ciencia FicciónNadie manda en un mundo apocalíptico. Aquellos que se hacen llamar líderes; Mueren con facilidad. El gobierno, sin tener ya voz de mando, optó por concretar el proyecto PPEE. Constaba de escoger a 1 hombre y una mujer de menos de 18 años de cada con...