Consejo Número Once

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•  Pasar olímpicamente de la ley causa-efecto  •


Este es un fallo que a menudo es difícil de detectar sin una lectura a fondo (Cuando el texto es leído por más de dos veces, siendo este analizando y detectando errores no solamente ortográficos).

Este tipo de problema se produce cuando una situación se resuelve de manera "milagrosa" o cuando un personaje cambia de actitud o pensamiento sin que un acontecimiento provoque dicho cambio.

Esto quiere decir, que saltarse esta ley en la máxima expresión es representado por lo siguiente: Todo efecto está precedido por una causa.

Ejemplo:
"Un hombre estaba sentado en el porche de su casa, contemplando en un estado absorto cómo crecía lentamente la hierba de su jardín. De repente, se levantó preso de un frenesí incontenible y se dirigió a la cocina, donde devoró con ansia un bocadillo de chorizo".


¿Cuál es el desencadenante de ese frenesí incontenible?

¿Cuál la sucesión lógica de pensamientos que le hace levantarse, que le hace ser consciente del hambre?

¿Por qué comió un bocadillo de chorizo y no otra cosa?


Y siempre tengan cuidado con los "de repente, de pronto, en un momento dado..."

Puedes escribir la forma de tus personajes a que actúen por impulsos, hacerles tener reacciones imprevistas, etc; Pero asegúrate de dejar en claro que los personajes se comportan así por un motivo lógico (dentro de lo que cabe en la historia).

Esto no solo afecta a los personajes, si no que igual sucede con las diversas situaciones que se presentan, no puedes resolver un asesinato sin haber hallado todas las pistas; con esto quiero decir que pasito a pasito y siguiendo una sucesión coherente de acontecimientos, tendrás una buena narrativa.

Y les advierto! Que la idea de sacar un as bajo la manga en el último momento para poder cuadrar "algo" dentro de la historia que antes no habías previsto, puede causar que la historia se vea "cliché".  

¿Al asesino se le cae del bolsillo el casquillo de la bala incriminatoria? ¿Es esa la prueba irrefutable? ¡Vamos, no me trates de tomar de tonta!

Porque esa impresión es la que produces en el lector.

En tu relato o novela nada debería suceder por azar, y cuando esto suceda, debes decirlo, remarcar y dejar patente que la casualidad, juega un papel relevante en la historia; que es casi la protagonista.

La suerte o el azar pueden ser consecuencia de una cadena de acontecimientos cuyas causas que los ponen en marcha desconocemos.

Recuerda: Cada acto tiene su consecuencia y cada consecuencia está asociada a los acontecimientos precedentes y también a los futuros.


Cuando escribas ten presente queToda acción conlleva una reacción, no hay reacción sin una acción previa.

En conclusión: Prestando atención a estos tres detalles, mejorarás sensiblemente tus textos.


Todos, repito, todos los escritores hemos caído en algún momento dado en estos errores. No se nace enseñado, son fallos básicos, son parte del proceso de aprendizaje que tenemos cada uno.



Espero que todo esto les sirva! Hasta el próximo consejo chicos!

Se despide, Mariana.

Se despide, Mariana

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