CAPITULO 3

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Mi cabeza descanso en su pecho sintiendo como su respiración se empezaba a regular, sonrei de medio lado reviviendo cada caricia, cada beso... Como me encanta esta mujer.

-Nena -dijo acariciando mi espalda, gruñí por lo bajo y deje que mi cabello hiciera cosquillas en su pezón, mordí mi labio inferior. Sintiendo ganas de tocarlos nuevamente, volví a mi posición anterior mientras con mi pulgar movía, y jugaba con su pezón izquierdo -No hagas eso... No cuando aun tengo ganas de follarte como ahora.

Reí por lo bajo, justo eso quería Sr Nelson, pase mi lengua caliente recorriendo su monticulo provocandola.

-Ohhh Jade -susurre cuando sentí su mano bajar hasta mi trasero, donde se apodero de el a su manera.

-Deja de hacer eso... También puedo jugar sucio -levante mi mirada para chocarme con su rostro relajado y divertido. Se le ve tan juvenil en este momento, no es que este vieja ni nada por el estilo. Ella solo me lleva unos cuantos años que para mi no hacen ninguna diferencia, todo lo contrario, la encuentro mas caliente, sexy y hermosa que cualquier chica de mi edad. Me gusta la experiencia, me gusta aprender... Me gusta ella.

-No quiero -renegué mientras enviaba mi cabeza hasta el hueco de su cuello, dejando besos humedos mientras chupaba y succionaba cada parte de su piel -Esa es la idea.

Escuche una risita de su parte y otro azote en mi culo. Gemí por lo bajo sintiendo como mi coño empezaba a responderle.

-Hermosa... -dijo por lo bajo. La mire con curiosidad.

-Dime.

-John debe estar por llegar -su mirada se poso en mis labios mirándolos con ansias.

-Lo se -farfulle algo molesta. Me quite de encima suyo para luego ponerme de pie, y empezar a vestirme. ¡Genial mi ropa estaba en el pasillo!

-¿Estas enojada? -pregunto con la mirada baja. Se ve tan tierna así, no puedo mentirle y decirle que no me molesta que este con el todas las noches simplemente durmiendo en esa enorme cama. ¡Cuanto daría yo por tenerla todos los putos días en mi cama! Y ese idiota simplemente no valora lo que tiene.

-No -respondi friamente.

-No te enojes -se levanto para ponerme contra la pared que estaba a mis espaldas. Maldita se no puedo enojarme con ella y me enerva que ella lo sepa.

Gemí sobre sus labios al sentir sus manos recorrer mi abdomen hasta llegar a mis caderas, donde en un movimiento brusco me acerco a las suyas haciendo mi respiración difícil nuevamente.

-No estoy enojada contigo -dije sobre sus labios, su frente uniéndose con la mía, mientras sus manos vagaban por mis espalda hasta mi trasero -Sino con el maldito de tu esposo.

Ella lo sabe, sabe cuanto odio verla con el, sabe cuanto lo odio a el. Sabe también que estoy entera de absolutamente toda la mierda de esta familia, como ella llego a casarse con el eso si sigue siendo un total misterio para mi y eso es algo que en definitivo tengo que averiguar.

-Entiéndeme un poco ¿Si? -puso un dedo sobre mis labios delineando el contorno de estos -Si el se enterara de lo que esta pasando... -puso una cara de enojo.

-¿Por que sigues con el? -pregunte, tomando su rostro en mis manos, viendo la perfección de todas sus extensiones. Es preciosa, la mujer mas hermosa que pueda recordar.

-No hablemos de el -dijo mostrándome una media sonrisa -Te tengo enfrente de mi, desnuda, húmeda y dispuesta...

Entonces me percate de sus dedos en mi coño haciendo fricción, me ruborice un poco por alguna extraña razón.

-UHHHH -el gemido me asalto en cuanto sentí sus dedos penetrarme sorpresivamente, una sonrisa cómplice colándose por sus hermosos labios. Tiro de mi cabello haciéndome chocar con la pared levemente. 

-Córrete sobre mis dedos nena -susurro contra la piel de mi cuello, haciendo que esta correspondiera erizándose por completo -Hazlo.

Jadee mientras ella aumentaba la frecuencia de sus embestidas. Mi coño estremeciéndose sintiendo cerca el colapso, la mire, muerta de deseo. Muerta por sus labios sobre los míos. Y como si hubiera leyendo mi mente me beso, esta vez dejo la ternura y la dulzura para otro momento reemplazarlas por pasión y la completa lujuria que nos cubría.

-OHHHH JADE -Podía sentir como se acercaba,sus dedos estirándose dentro y fuera cuantas veces lo quiso, yendo fuerte y profundo. Entonces ocurrió. Mi crema empapando sus dedos victoriosamente, un gruñido broto de su garganta mientras me miraba con perplejidad.

-Pezz -dijo en un gemido al ver la escena -Ohh Nena, no sabia...

Sonreí ampliamente mientras sentía como mis mejillas volvían a tomar ese tono rosa.

-Solo pasa cuando alguien me folla duro como lo acabaste de hacer -las palabras arrastrándose tratando de recuperar el aliento.

-Demonios.

Mordió su labio inferior, mientras pasaba sus dedos por mi abdomen hasta llegar a mi boca donde los introdujo salvajemente.

-Chupalos nena -me miro con lujuria -Limpia todo tu delicioso desastre.

Y obedecí, tal y como ella lo ordeno. La escuche gemir por lo bajo con la que debería ser una erótica escena.

-Ven aquí -tomo mi cabeza para volverme a tirar a la cama con desesperación. Sonreí de medio lado al verla ansiosa por lo que pasaría a continuación.

-Pero creí que John llegaría pronto -eleve una ceja mirándola con diversión. Sus ojos se fueron al cielo mientras gruñía con desesperación.

-Cállate -dijo besando mi clítoris, lo que me hizo curvarme chocando mi cabeza con el suave cobertor -Que se valla al mismísimo infiero ahora no me importa.

Y entonces de sus labios salio la frase que tanto quería escuchar. Reí por lo bajo, pero fue tarde ahora su rosado y dulce coño se encontraba sobre mi cara. Gemí tomando sus senos en mis manos.

-¡¡¡OHHHH!!! PEZZ



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