Realmente lo extraño

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Habían pasado ya varias semanas, y aunque sabía que la búsqueda de horrocruxes era lo mas importante, no podía dejar de pensar en que lugar se encontraría Ron en aquellos momentos.

La discusión de aquella noche se repetía una y otra vez en mi cabeza, cada frase, cada gesto. Recordar me hacía entristecer, aunque en verdad la tristeza se estaba apoderando de mí sin necesidad de evocar recuerdo alguno.

Quería ser fuerte, sabía que no podía flaquear o estaría perdida, pero me era muy difícil no echarle de menos. Ahora mismo estoy tan lejos de mis amigos, tan lejos de unos padres que ya no me recordaban, y ahora también le había perdido a él. Sólo me quedaba Harry, quien estaba sucumbido en sus propios problemas. Quería ser fuerte por él también, ser esa roca que sacaba a flote a sus amigos, pero me estaba siendo muy complicado.

Realmente aún no podría creerme lo que había pasado. Aquí sentada, junto a mi libro e intentando ocultar las lágrimas que caen sobre mis mejillas, no puedo evitar recordar aquello y aún no entiendo como habíamos llegado a tanto.Se había ido, de un momento a otro se marchó, y yo no quería creérmelo.

Sabía que el guardapelo había hablado por Ron aquella noche, pero eso no le hacía olvidar sus duras palabras. Parecía tan dolido, tan irritado, había malinterpretado todo y su visión de la realidad se había convertido en una gran bola de confusión y tormento.

No quería creer que el verdaderamente pudiera pensar que la relación que Harry y yo teniamos podía pasar de una amistad. Harry era como un hermano para mí, y aún no entendía como Ron podía haber llegado a pensar que mis sentimientos por nuestro amigo podían ser románticos.

Si tan solo me hubiese escuchado, pero él no quiso entender nada y prefirió hacer sus propias conjeturas.

Quizá debí haberme ido con él. No puedo olvidar su gesto al negarme a acompañarle. Me había pedido que me fuera con él, y mi corazón quería hacerlo, quería estar con él, pero mi cabeza sabía perfectamente que no podía dejar a Harry solo. Nuestra misión era más importante que nosotros mismos, y a pesar de lo que yo pudiese sentir o desear, la razón me dejaba ver lo verdaderamente relevante en aquellos momentos.

Ahora solamente puedo esperar que esté bien, a salvo, y que más tarde o más temprano volveremos a encontrarnos.

Si me preguntan si te quiero... mentiré (RW & HG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora