XIV

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-¡Blake! -grito la chica de pelo corto al verlo charlar en su casillero con un chico de pelo largo.

Blake azoto la puerta de este y empezó a caminar por el pasillo dejándola sola.

-Ni intentes seguirlo -hablo aquel chico de pelo largo -. Esta que se lo lleva el diablo.

-¿Te dijo por qué? -aunque ella ya lo sabía.

-No realmente, aunque no hay que ser un genio para saberlo.

-Es por ella.

-Él no era asi, ¿sabes? -suspiro -. Solo era otro chico que hablaba de superhéroes o videojuegos e iba a las convenciones de comics. Ella lo cambió.

-Ella suena como una mala persona.

-Supongo, pero el jura que no lo era -se rio -, y aunque quiero creerle, los chismes son más que convencedores.

-¿Chismes?

-Ella cogía con medio mundo, pero su favorito era Donovan.

-¿Y su novia?

-Aquí entre nos, yo no cambiaría a Aaliyah por alguien como Halley, aunque ambas estaban buenísimas. Pero él se sentía poderoso saber que todas las chicas se morían por él.

Neve se rio.

-¿Tu no?

-Lo siento, creo que no soy una chica con los ojos vendados siguiendo a un dios falso.

-¿Eso qué quiere decir?

-Que no soy estúpida.

-Que no soy estúpida

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El artista que no tenía una musaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora