2. "Gracias a la tía Helen"

471 4 1
                                    


Desperté por los gritos insistentes de mi tía al querer acercarme, me aproxime a ella bajando las escaleras, estaba sentada en el piso ¿Ahora que le pasó? 

Fui donde ella y observe su muñeca o en realidad era su brazo el que le dolía, la verdad nose, pero al parecer a ella le estaba doliendo mucho. 

Nos dirigimos al hospital mas cercano porque aparentemente si estaba grave, pero yo no lo quería admitir para no causarle mas pánico.

Entramos a un hospital muy cómodo realmente, nos acercamos hacia una enfermera muy simpática que estaba parada enfrente de la recepción.

-Disculpe, un traumatologo, por favor.- eso sonó muy profesional.- Mi tía a tenido un golpe y necesito que alguien la examine.

-Claro, espere un momento por favor, puede tomar asiento ahí.- Dijo la enfermera señalando a unos pocos asientos vacíos.- ¿Cual es su nombre?- 

-Helen Mish.

-Claro.- Dijo retirándose hacia una habitacion cercana.

Después de esperar mas de 10 minutos se acerco la misma enfermera guiándonos hacia una habitacion. Nos adentramos las tres; la enfermera antes de retirarse, guiño muy coqueta mente a la persona que estaba sentada en el escritorio. Me di media vuelta fijando mi vista en aquella persona a la que le habían guiñado. Oh madre santísima. 

-Tomen asiento, por favor.- Dijo un dios griego, su voz, sus ojos, sus labios, tan solo verlo ya me sentía excitada.

-Usted es la señorita que tiene la fractura en la muñeca- Dijo el chico muy guapo.

Sujetó mi mano y la movía de arriba hacia abajo mientra que miraba fijamente a mi hermosos ojos azules.

-No, soy yo, la mas guapa.- Mi tía rió al decirlo.

El excitante chico soltó mi mano y le dio una coqueta sonrisa a mi tía.

-Oh, lo siento, debí suponerlo, siempre son a las más hermosas mujeres a las que le suceden accidentes.

-Si, por eso creíste que era yo.- Dije sarcásticamente.

-Que modesta.- Dijo el hermoso doctor dándome una media sonrisa.

Le colocó una venda en la muñeca a mi tía, le dio unos analgésicos para el dolor y tenia que volver dos veces a la semana, Martes y Jueves para unos masajes, hasta que el considerara que estaba realmente bien, para mi suerte tendré que acompañar a mi tía.

La tía Helen salió delante, tenía que ir al baño y justo cuando iba saliendo, el chico me jaló del brazo bruscamente.

-Oye, que te pasa, imbécil.

-Hey que fiera, justo como me gustan.-

No pude evitar sonrojarme con aquellas palabras , sentía mis mejillas arder.

-Tienes muy poca ética para ser u profesional.- Dije alzando la ceja.

-Bueno, por tu anillo de graduación supongo que también eres una profesional y quizás no tenga ética, pero tu no tienes educación dulzura.

Levanté la mano para abofetearlo, pero el la detuvo en el aire, acercándome más a el.

-No me dices tu nombre, preciosa.- Preguntó muy cerca de mis labios.

-No, ahora suéltame, idiota.- Le pegue una patada entre las bolas, ningún hombre a podido dominarme y el no sería la excepción.

-Demonios, eres una.......

-Una que.- Dije rápidamente interrumpiendo su oración, mientra el se retorcía en el suelo del dolor.

-Una hermosa fiera, eso hace que me gustes más.

Rodé mis ojos y salí del lugar sin dar tiempo a que se repare del suelo.

La tía Helen estaba esperando junto con una enfermera que le miraba la muñeca.

-Nos vamos tia.

-Claro linda.

------------------------------------------

Alohaaaaaaaaaa

Espero que les este gustando xD

MUCHO SEXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora