Cap 17: La gran decisión

414 51 29
                                    

La noche fue interminable, sólo podía recordar pedazos de mis días una y otra vez, me dolía el pecho y una sensación de ahogo no me dejaba respirar.

La pelea con Matt, la cita con Colin, la noche con Ryan, la metedura de pata con Gabriel...no sé bien cómo, pero en un momento concreto, repasé mi vida y vi que la desconocía por completo.

‒¡Esta ciudad te está absorbiendo! ‒dije negando.

Tomé una larga ducha caliente y tomé una decisión.

Me vestí y salí hacia Carter Corp. más temprano de lo normal.

Entré en mi oficina, cogí el pc, me puse a teclear como una loca, metí la carta en un sobre, la dejé en la oficina de Gabriel, recogí mis cosas y me marché.

Al salir, vi que Lisa estaba dejando sus cosas en su puesto de trabajo, intenté escabullirme pero...

‒Buenos días, Jade.

‒Buenos días, Lisa

‒Vas dirección a la calle, ¿a dónde vas?

‒No, no lo sé, solo sé que necesito irme de aquí, discúlpame ‒dije con lágrimas en los ojos y corriendo hacia afuera.

Sin darme cuenta, al salir tropecé con alguien y...

‒¡Eres tú!

‒Buenos días, ¿dónde vas con tanta prisa? ‒me preguntó Ryan

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

‒Buenos días, ¿dónde vas con tanta prisa? ‒me preguntó Ryan.

‒Yo, yo lo siento necesito respirar, discúlpame.

‒Pero... ¡Jade!

Dejé a Lisa y Ryan detrás y pude oír que hablaban de mí.

‒¿Pasó algo? ‒preguntó Ryan.

‒Creo que la ciudad la atrapó y necesita volver a sentir su libertad.

‒Entiendo.

No pude oír nada más, pues seguía corriendo lo más deprisa que daban mis piernas.

Sólo el sonido de un motor que me era muy familiar.

Llegue al parque que hay entre mi casa y el trabajo y casi sin aliento, me paré en la baranda que daba al lago.

‒Necesito irme de aquí ‒dije al parecer en voz alta.

‒Siempre te pillo hablando sola. ¿Necesitas libertad, bicho? ‒dijo Daril, riendo.

‒Te he dicho mil veces que.... ‒dije, apretando los puños, pero al girar vi la cara de preocupación de Daril y no continúe...

‒Anímate, esta ciudad puede destruir a cualquiera, sólo necesitas desconectar.

‒ ¿Estás tratando de animarme? ‒dije con una sonrisa forzada.

-Podría decirse así.

Suspiré y dejé caer mis brazos derrotados.

Mi Vida Comenzó Contigo ©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora