Mi Vida Comenzó Contigo ©

Cap 8: El tan esperado viaje.

La jornada laboral acabó y por más que insistí, no obtuve ninguna respuesta de Matt, sólo sus típicas burlas. Al final, el viaje se pospuso para el lunes a primera hora. Estuve todo el fin de semana organizando la maleta y dejando todo preparado para que Daril se llevara a Robin a su casa de campo; me sorprendió que se ofreciera a cuidarlo.

—Creo que quiere acercarse a Lisa —dije sonriendo—. Me gustan esos dos juntos.

Ya es la mañana del lunes, mi viaje está por comenzar. Me ducho y me arreglo con un traje tipo ejecutiva de chaqueta y falda, negro y gris, Estaba más nerviosa que mi primer día de trabajo. Había venido un coche de la empresa a llevarme al aeropuerto, no sabía si tanto lujo estaba hecho para mí. Al parecer, iba a viajar en el avión privado de la empresa, estaba deseando ver con quién.

Subí al avión y una azafata me dijo donde debía colocarme y acomodaron mis cosas, pero allí no había nadie.

—Disculpe —dije a la azafata—. ¿Viajo sola?

—No, el Señor está en la cabina charlando con el piloto.

—Gracias.

La chica cerró el avión y ya se oía el motor encendido...

El tiempo pasaba y no había cambios. Saqué mi cartera para repasar un poco mejor toda la información que me dio Mark de los clientes; cuando me di cuenta, alguien me observaba de cerca.

—Oh. Disculpe, no lo oí salir —dije mientras volvía a guardar mi cartera.

Miré en su dirección y un calor recorrió mi cuerpo. Pensé "No, no puede ser él. Es él..."

—Señor Car...Carter —dije, tartamudeando por lo sorprendida que estaba.

Cuando lo miré, su rostro sonrió tímidamente, pero eso aún me puso más nerviosa.

—Veo que el expediente la tiene absorbida, Señorita Jones.

—Sí, quería volver a repasarlo, no quiero cometer ningún error después de esta oportunidad.

—Sé que no lo hará, he visto todo su trabajo con detenimiento y sé que es la persona perfecta para este caso.

Eso me sonrojó un poco y me sacó una sonrisa.

—Gracias —dije tímidamente.

—Vamos a pasar unos días juntos bastante ajetreados, ¿podríamos tutearnos por favor?

—Claro, si usted lo quiere así.

—Jade, llámame Ryan, por favor.

—Entendido —dije sonriendo.

Se sentó frente a mí y el resto del viaje estuvimos compartiendo ideas sobre el primer cliente, y parecía que todo lo que sugería le parecía de su agrado.

—Esto va a salir muy bien, hacemos un buen equipo.

—Sí —dije asintiendo con una sonrisa.

Durante el trayecto, pude comprobar que a pesar de la apariencia que tiene, es un hombre muy tranquilo, agradable y sencillo, que confía en sus trabajadores, a pesar de que parezca que al tener una empresa tan grande es distante, cuando lo oyes hablar, te das cuenta de que para él no somos un número o algo de relleno, sino que se ha molestado en tratar de conocer a cada uno de los suyos; y eso me agrada.

Llegamos a Paris a la hora del almuerzo. Estuvimos con el primer cliente.

Todo fue bastante bien, al principio me puse un poco nerviosa pero Ryan me echó una mano y enseguida pude recuperar el ritmo.