Capitulo 15: Consume.
Todo estaba listo, el vestido de Bella, el traje de Edward y, bueno... eso era básicamente todo. Quien realizaría la boda sería Carlisle, así que no había muchos problemas.
Bella no recordaba la última vez que había estado tan nerviosa y, al otro lado del castillo, un particular joven de ojos dorados no se encontraba en mejores condiciones que ella. Tratando de calmarse, recordó que Alice la había dejado media hora para que se preparara y el tiempo estaba acabándose.
Respiró un par de veces más hasta que se relajó, es decir, ¿por qué tenía que estar nerviosa? Hasta ahora nada había indicado que algo malo estuviera cerca de ocurrir, así que tenía que dejar la paranoia. No obstante, se impresionó al ver a Esme y a su madre entrar a la habitación, ambas tenían una sonrisa que trataba de asegurar que todo estaba perfecto.
—Hija, no sabes lo feliz que estoy, mentiría si te dijera que no imaginé este día. Alice me notó tan ansiosa ayer que me ordenó trabajar en esto... —Reneé levantó su temblorosa mano y le mostró la diadema de flores blancas que había hecho.
Bella la observó conmovida y les pidió que se la colocaran. Al hacerlo, ambas la apreciaron y dijeron que se veía encantadora. Su madre le indicó que era momento de que tuviera una seria y secreta conversación con Esme y se despidió diciendole que la vería en la ceremonia. La joven confundida se preguntó que sería tan importante para decirle en privado.
—Bella, medité varias veces cómo te diría esto y decidí que lo mejor que podía hacer era ser clara y directa... —Esme se removió inquieta—. Bueno, tú sabes perfectamente que Edward no es alguien común, él es especial, casi como su padre... Lo único que creo debes saber es que ellos marcan a sus parejas con una mordida en el cuello.
Un enrojecimiento cubrió el cuello de Bella. ¿Qué Edward iba a hacer qué?, se preguntó ansiosa.
Esme notó la repentina incomodidad de la castaña y le aclaró—: Lo sé... Sé que suena extraño y es incómodo que venga de mí, pero es por tu propia tranquilidad, no quiero que Edward lo haga y tú te asustes o que ocurra algo peor. ¿Estás bien?
La joven asintió tratando de lucir lo más tranquila posible para no alarmar a Esme, entre menos lo mencionara, más rápido lo olvidaría. La reina al ver que se tranquilizaba, se levantó y le dijo que la vería en la ceremonia.
En ese instante, Bella se percató de su entorno, se encontraba en la habitación principal del castillo, no había muchos cambios ya que según le habían dicho, se irían y les dejarían el castillo unos días. Unos instantes después, Charlie entró al lugar y con la voz un poco entrecortada le preguntó si estaba lista, su padre tenía un simple traje negro que pudo apreciar la joven antes de asentir; la tomó del brazo y salieron al lugar en el que se llevaría a cabo la boda.
Bella no había visto el lugar y se sorprendió al ver que la ceremonia se haría en frente del árbol al que Edward la había llevado ya tantas veces. No había sillas ni muchas decoraciones, pero pudo notar un camino hecho con rosas que llevaba hasta el árbol. No lograba ver aún a Edward, incluso cuando empezaron a caminar, notó que todos los que habitaban el castillo se encontraban en la ceremonia además de su hermano y su madre.
La ansiedad de Bella creció por ver a Edward así que hizo a su padre apurar el paso. Cuando por fin lo ubicó, sonrió al verlo con un traje similar al de Charlie. El cobrizo también le sonrió y, aunque no hubiera música, Bella sintió como si empezara a sonar una hermosa melodía mientras avanzaba hacia Edward.
El príncipe no podía con la imagen que se presentaba frente a él, Bella vestida en blanco se veía más hermosa de lo que podía recordar. Cuando llegaron, Charlie le entregó la mano de la joven un tanto nervioso y les dio su bendición. Carlisle empezó a hablar y Edward trató de disponer su atención pero no podía salir de su conmoción, aún no podía creer que ella realmente había aceptado casarse con él, tuvo que concentrarse al ver que su padre les pedía repetir lo que decía.
—Hoy, Isabella, uno mi vida a la tuya, no solo como tu esposo, sino como tu amante y tu confidente —recitó Edward—. Déjame ser el hombro en el que te apoyas, la roca sobre la que descansas, el compañero de tu vida. Ya que desde este día caminaré junto a ti.
—Te tomo como esposo, Edward, ante estos testigos, prometo amarte y cuidarte durante el resto de nuestras vidas. Te tomo con todas tus virtudes y tus defectos —Bella repitió sonriéndole y tomándolo de la mano—, del mismo modo en que me ofrezco a ti con todas mis virtudes y mis defectos. Te ayudaré cuando lo necesites, y te pediré ayuda cuando la necesite.
—...Te elijo como la persona con la que compartiré mi vida —Terminaron reiterando.
—Acepto —confirmó la peli castaña antes de que Carlisle pudiera decir algo, por lo que se escucharon una risillas. Edward la tomó de los hombros y en voz alta repitió sus palabras.
—Bueno —Carlisle anunció—, sin más que decir los declaro marido y mujer. Edward, puedes besar a tu esposa.
El beso fue un ligero roce, en el cual las personas alrededor desaparecieron y, aunque fue solo un pequeño instante, Edward y Bella lo sintieron más fuerte y ruidoso que nunca. Solo salieron de su trance al ruido de los aplausos de las personas presentes en la boda.
Las felicitaciones no se hicieron esperar y, de un momento a otro, parecía que todo el mundo se iba a ir, como era de esperarse, pero de manera que Bella no supo explicar, llegaron tres carrozas que llevarían a sus padres y a su hermano de vuelta al pueblo. No sabía a dónde irían los criados y finalmente los Cullen iban a acompañar a Carlisle a un pueblo alejado que había tenido problemas de ataques recientemente, ya que al parecer el muchacho que había ido antes, Jacob, les había avisado.
...
Antes de que pudiera arrepentirse, Bella tomó la mano de Edward que los dirigió hacia su habitación. Cuando entraron, el príncipe la tomó de los codos y le dio un ligero beso, pero antes de poder responderle, este se alejó de ella.
Al ver que daba unos pasos para atrás, la joven le preguntó que sucedía, a lo que le contestó—: No quiero hacerte sentir presionada a hacer algo hoy, Bella. No te sientas obligada a hacer nada que no desees...
—Edward... Hoy me siento lista. No me presionarás a hacer nada, lo prometo —Y sin miedo cortó el espacio que el príncipe había impuesto, desatando todo lo que podía sin un temblor en las manos. El ojidorado no se quedó atrás y tomando el rostro de la joven en sus manos empezó a besarla, suave y delicadamente al mismo tiempo que descendía las manos e iba en el encuentro de las cintas que sostenían el vestido de su esposa. Sí, pensaba Edward, eso suena bien.
Cuando terminó de desatarlas vio que la castaña ya le estaba quitando la chaqueta y la camisa que se había colocado, dejándolo solo en sus pantalones. El príncipe reconoció tambien la mirada de anticipación en el rostro de Bella. Viendo como el vestido parecía resbalarse de los hombros de la muchacha, no se resistió y lo retiró de su cuerpo para encontrarse con unos trozos de tela cubriéndola.
En un silencioso acuerdo mutuo ambos se despojaron de las ropas restantes y se entregaron el uno al otro, sus cuerpos en perfecta sincronía con sus almas, todos sus sentimientos expresados sin palabras, solo acciones, nerviosismo y seguridad, alboroto y calma, abrazadores besos en un lugar y otro hasta el momento en que llegó la culminación, en el cual el príncipe de manera casi automática dirigió su boca al cuello de su amada y sin una verdadera intención de lastimarla, sino más bien un instinto casi animal, mordió el cuello que allí se presentaba.
La joven saliendo de la pasión del momento por un instante, recordó las palabras de Esme permitiendo a Edward marcarla con una total libertad y en ese instante, si es que fuera posible, la conexión de estos amantes se convirtió en algo más fuerte, vibrante y sólido que no podía entenderse con mundanas palabras, algo que cualquiera podría envidiar...
O mejor dicho, algo que alguien ya envidiaba, codiciaba y debido a este algo, ese individuo que se encontraba entre la oscuridad misma se encargaría personalmente de quebrar y si le era posible, destruir.
...
Bueno, ya vamos avanzando, gracias por los votos y todo, love ya.
Bye
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The Half Demon Prince [Fic]
Fiksi PenggemarEdward, el príncipe mitad demonio, desde su juventud, cada par de años solicitaba una mujer, las razones eran desconocidas pero se sabia que ellas nunca volvían. Una de estas veces Bella es solicitada y desde que es llevada su mundo nunca es el mism...