Se ha ido. Ya es un hecho. Ya no tengo que esperar por su recuperación porque sé que no va a suceder, no le dio tiempo.
Ella era la única, la única que podía hacer mi día un poco más feliz, que hacía todo lo posible por complacerme, que era capaz de matar por mi.Deseo que vuelva, anhelo su presencia a mi lado, su fragancia o la manera en la que me decía ¨te amo¨.
¿Justo ella tenía que irse?
Habiendo tantas personas, personas que no merecen un solo trago de agua por las barbaries que han hecho, personas que lo que merecen es morir de la forma más cruel y sucia que puede haber, ellos lo merecen.
¿Por qué empeñarse en quitarme lo más importante para mi? ¿Por qué quitarme mi felicidad? ¿Por mi culpa murió? ¿Murió por los errores que yo cometí? ¿Es una forma de castigarme?
Quieren verme sufrir, y lo están haciendo. No les basta con matarme una sola vez. Ellos quieren ver como me voy apagando, poco a poco, como si se tratara de una fogata bajo una tormenta.
Me arrebataron la felicidad y las pocas ganas que tenía que vivir con tan solo un mensaje. El mensaje más doloroso y más oscuro de toda mi vida.
Y no puedo simplemente olvidarla. No puedo. Temo el olvido. Temo no recordar su voz, sus ojos brillantes mirarme con ansias, olvidar su estruendosa risa que en su momento fue irritante pero, con el paso del tiempo, deseaba escucharla a todas horas, su larga melena color miel y sus delicadas manos.
Temo un día levantarme y ser obligado a ver fotos para recordar su hermoso rostro.Me he dado cuenta de que, en estos últimos tres años, no he vivido. Llorar por las noches y sonreír al día, no es vivir. Sobrevivo con lo poco que me queda, con esos últimos recuerdos en mi mente que me niego a soltar, con esas últimas conversaciones confidentes y esos últimos secretos que compartimos.
Vivía por y para ella. Entonces, que hago aquí?
Por qué sigo despierto, consciente de todo el dolor que conlleva esta situación? ¿Por qué sigo respirando?Me despido con está tan corta carta, con mis últimos pensamientos y deseos. Me voy de este lugar al que llaman hogar, en donde encuentran la felicidad con tanta facilidad.
Temo quedarme con todo este dolor en mí para siempre, prefiero no saberlo. Prefiero ignorar la idea en la que mi vida podría ser, no quiero imaginarme la felicidad sin ella, no quiero que vuelva a brillar el sol porque, para mí, ella era el sol.Para cuando estén leyendo esta cara, seguramente, estaré lo suficientemente lejos como para sentir paz, para sentir un poco de amor, un poco de luz. Y, después de tanta tormenta y tantas lágrimas, pueda volver a ser feliz.
L.L.F
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El ruido en mi sesera |Relatos cortos|
RomansaEn este lugar encontraras relatos de todo tipo escritos unicamente por mí. Algunos de estos relatos llevan años en papel encerrados en un cajón y, ultimamente, la idea de publicarlos en esta plataforma, ha estado rondando en mi sesera. Les estaria e...