Frases en la Noche

Segunda: Soledad

A veces, cuando me pasan cosas que me pegan fuerte en el pecho, me vuelven los deseos de contarle a alguien que tan mal una joven adolescente herida y sola puede estar, para que los demás se den cuenta de que mientras la vida les sonríe hay otros que desean desaparecer, otros que parecen invisibles, que no muestran emociones, y sin embargo cada noche se miran al espejo y solo ven imperfección y frialdad en esos ojos negros, las ventanas del alma cerradas bajo candado y el corazón con pocas ganas de seguir latiendo, ojos llenos de lágrimas y una punzada en el pecho que rápidamente se apodera de sus acciones y hace que caiga de rodillas, la cara rojiza y los ojos brillantes, ojos que no desean volver a mirar hacia arriba, sosteniéndose con lo poco que tiene de fuerza, intentando contener el llanto, la frente baja y el cuerpo cansado, la temperatura sube y comienza a doler la cabeza, la llaman, pero ni a la fuerza podrían sacarla de ese trance, las llamas del infierno la han condenado, ella sabe que no saldrá de ahí, tiene muchas opciónes? No... Solo seguir derramando sangre y lágrimas sobre el suelo, no distingue mucho la línea cálida y rojiza corriendo por sus brazos... Manchando los azulejos, no nota la diferencia entre estar viva sufriendo, o estar muerta en el suelo. El dolor de su piel rasgada no es nada a comparación de lo que siente dentro, el dolor de su alma ya oscura, la soledad que la atormenta, las ganas de estar muerta, el arrepentimiento de ser tan cobarde ...para cortar esa última vena... eso es lo que sufrí, eso es lo que sentí, ocurrió un milagro que se borro de mi memoria, para poder levantarme poco a poco, el ardor de los cortes se curó, el dolor en mi pecho se alivió, y mis ojos solo pueden ver la suerte que tuve y recordar lo que sufrí antes de ese milagro inesperado, pero así es la vida, golpea más fuerte cuando más débil estás, ella sabe ganarte en el ring, la campana marca el último golpe, el último segundo. Yo no voy a dejar que los recuerdos del ayer afecten mi desempeño en esta prueba, voy a ganar, derrame más sangre de mis brazos de la que debí, y lloré más noches de lo correspondido, pero estoy aquí hoy, y seguiré para seguir luchando...