ÑO | JS

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¿Hice algo mal?, se preguntaba constantemente el de cabellos grisáceos intentando recordar lo ocurrido en el club días atrás.

— ¿En qué piensas? —le preguntó Taehyung después de verlo tan concentrado.

— En Jimin.

— Siempre es Jimin —rodó los ojos—. ¿Ahora qué ha pasado?

— No he podido hablar con él desde... hace mucho —suspiró.

— Ustedes dos siempre están peleando por estupideces.

— Es culpa de su maldito "ño" —arrugó la nariz—. Ayer intenté dormir abrazado a él, pero me alejó. Le pregunté si estaba molesto por algo y simplemente dijo-

— Ño —Taehyung terminó la frase. Yoongi asintió—. ¿No crees que puede estar engañándote?

— No —negó rápidamente con la cabeza—. Imposible.

— ¿Entonces qué más puede ser? Por lo que me has contado, jamás te ha dicho que te ama o quiere, muy pocas veces te consiente... —enumeraba con sus dedos—, por lo regular llega tarde a casa, ¿qué otra cosa podría ser?

— Quizá sólo no sabe cómo expresar sus sentimientos.

— No le quites la mirada de encima cuando esté contigo —le aconsejó despeinando su cabello—. Hablamos luego, Min.

[...]

Todas las mañanas a la misma hora, el celular de Jimin sonaba sin parar y por un momento, Yoongi llegó a pensar en una posible infidelidad.

Pero sus malos pensamientos se fueron, cuando tomó el aparato antes de que su novio despertara y leyó en la pantalla: alarma.

Ya estaba empezando a alucinar. Odiaba a Taehyung por hacerlo dudar.

Jimin jamás sería capaz de engañarle, ¿verdad?

[...]

— ¿Llegarás temprano a casa?

— Ño.

Yoongi gruñó— ¿Por qué?

— Hoy pasarán el partido de la selección en el club al que suelo ir con mis amigos.

— ¿Puedo ir contigo?

— Nop.

— ¿Por qué?

— A ti no te gusta el fútbol.

— Puede gustarme.

— No lo creo.

— ¡Joder, sólo llévame contigo! —le gritó molesto.

— Hey —caminó hasta el albino y acarició su mejilla—, ¿por qué te molestas?

— Tú... —bajó la cabeza— nunca me engañarías, ¿cierto?

— ¿Qué te hace pensar que yo haría eso? —levantó su rostro y dejó un casto beso en sus labios— Jamás se me ha pasado por la cabeza el engañarte.

— Más te vale, Park Jimin —elevó su celular—. Te tengo grabado en una nota de voz y te juro que si sales con una de esas cosas, me largo de la casa —quitó la mano de su rostro—. ¿Te queda claro?

— Entiendo —subió y bajó los hombros—. ¿Quieres ir mañana a ver una película?

A Yoongi se le iluminaron los ojos— ¿Tú pagarás?

— Ño —hizo un puchero—. Pero te daré muchos besos y toqueteos como recompensa dentro de la sala de cine.

— Perdona por rechazar tus insinuaciones sexuales y tremendamente incitantes... pero, no iré si tú no pagas ésta vez. Llevamos más de un año saliendo y tú nunca has pagado mi entrada al cine, ni siquiera las palomitas. No es justo.

— Pero yo soy menor que tú y debes consentirme —se quejó intentando lucir tierno. Lo logró.

— Aquí el pasivo y tierno soy yo. O pagas o no voy, punto final.