Nuve veces Veronica

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Hay muchas cosas que no se deben hacer jamás y editarlas a toda Costa, porque el costo a pagar Será muy caro. Entre ellas se encuentra el colocarse frente al espejo y pronunciar 9 veces el nombre de Verónica, ya que se invocara a un espíritu sediento de venganza.

Verónica era un adolescente de 14 años, cursaba el último grado de secundaria y le gustaban las aventuras de todo tipo. Se caracterizaba por desafiar a los demás y a ella, intrépida, aceptaba cualquier reto. Algunas niña la envidiaban por ello y otras tantas le tenían.

Una tarde se reunió con todos sus amigos. Todos habían decidido entrar a una casa abandonada, ubicada en el centro de la ciudad. No fue tarea difícil, pues las herraduras estaban tan oxidadas que se abrieron con el primer piedrazo. Uno de los adolescentes y llevaba consigo una ouija y al terminar de inspeccionar el lugar propuso sentarse a jugar.

La mayoría de los ahí presentes tomaron muy enserio el juego es espiritista sin embargo Verónica se burló varias veces y continuamente rompía las reglas. Los episodios de risa que ello le provocaba eran incontenibles hasta que uno de los chicos le ordenó guarda silencio y le pidió respetar a los espíritus, pues él no quería ser víctima de alguno de ellos por su culpa.

La mesilla de la ouija se movía con rapidez y eso asustó a los amigos, sin embargo Verónica seguía retando al juego infernal. Inesperadamente una vieja silla de madera que estaba en la habitación cobro vida, pues lentamente se elevó y flotó durante algunos segundos. Los chicos asustados no pudieron moverse, se habían quedado paralizados de la impresión, Verónica había palidecido, estaba apunto de desfallecer, cuando la silla adquirió una fuerza sobre natural y la golpeó mortalmente en la cabeza. Verónica murió al instante.

Nada se supo del resto de los chicos, sólo que jamas volvieron a convocar a los Espíritus ni a pronunciar el nombre de su amiga pues, consideraban que estaba maldito. Está creencia fue transmitida de generación en generación, no se tiene certeza de cuánto tiempo, lo cierto es que tiempo después esta historia llegó a oídos de otro grupo de adolescentes habitantes de la misma ciudad.

Gloria era una chica de la misma edad que Verónica, era intrépida y también gustaba de las emociones fuertes. Siempre estaba metida en problemas y sus padres, desesperados no sabían que hacer con ella y su mal comportamiento.

Un día dentro del salón de clases, los alumnos se divertían contando historias de terror y alguien contó acerca de la tragedia que le ocurrió Verónica uno de los chicos reto a Gloria:

- Tú no te atreves a hacerlo no te atreves a decir Verónica 9 veces frente al espejo.

Un tanto atemorizada por la anécdota escuchada, Gloria se quedó en silencio por algunos instantes. La vergüenza pudo más que el susto que tenía, pues no quería que sus amigos la mirarán como una miedosa. Así que se dirigió al sanitario y se colocó indecisa frente al espejo.

Una de sus compañeras la siguió hasta el baño con la intención de comprobar que el reto sería cumplido. Finalmente Gloria entre gritos y risas pronunció.

- Verónica, Verónica, Verónica, Verónica, Verónica, Verónica, Verónica, Verónica, Verónica.

Al momento no sucedió nada, el grupo continuó contando anécdotas de terror y olvidaron el reto. Sin embargo para gloria la pesadilla estaba por comenzar pues esas misma noche comenzó a sentirse extraña.

Estaba en la cama cuando un sonido la despertó. No se trataba de un estrépito, sino de una especie de susurro indescifrable que oía cerca de la nuca, mientras pecibía la respiración de alguien cerca de su cuello. Aterrada se levantó y encendió la luz, allí sólo estaba ella. A pesar de eso, no consiguió dormir y aterrada se mantuvo despierta toda la noche por temor a que algo malo le sucediera.

Agradeció un nuevo amanecer, pero no se atrevió a contarle a nadie. Estaba muerta de miedo y de sueño. Durante una de las clases, Gloria sintió la necesidad de refrescarse el rostro para despabilarse, por lo que se dirigió al baño.

La temperatura del sanitario le resultó muy fría, pensó entonces que es enfermería. Una capa de vaho cubrir el espejo, Gloria inconscientemente lo limpio con la mano, al fijar la vista miró horrorizada que tras ella se encontraba una chica que no había visto jamás, con una expresión de espanto y sangre en la cabeza.

Cuando se volvió para comprobar lo que había visto a través del espejo, ya no había nadie.

Gloria se apresuró y arrojó una sonrisa nerviosa, pensó que debido a su desvelo y cansancio, estaba imaginando cosas. Sin embargo cuando, se volvió nuevamente hacia el espejo vio algo que la dejó helada. El vaho había aparecido otra vez, Gloria lo limpió nuevamente con la mano, pero esta vez se encontró con una frase que decía:

''' soy Verónica. No debistes invocarme, no tenías por que hacerme volver.''

Cuenta la leyenda que todos aquellos que se atreven a pronunciar nueve veces este el nombre, sufren el peor de los tormentos, pues Verónica regresa para cobrar venganza Y hacer que respeten a todas las almas que vagan en pena; ya que invocar espíritus no es un juego, las consecuencias pueden ser devastadoras.

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