¿Cómo enamorar a una chica como ella? (Mericcup)

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―Es la primera vez que me dirige la palabra y ni siquiera la pude escuchar―se lamentó Hiccup pasándose una mano por el pelo.―Mierda. 

Hiccup se seguía lamentando el no haber podido escuchar lo que Mérida le dijo, pero admitía que amó el hecho de haber visto toda su cara. Qué ojos hermosos que tiene. Dios mío, dan ganas de nada en ellos, pensaba. También le gustó su cabello, que ese día estaba atado en una cola alta, pero le gustaba más cuando estaba suelto, porque lo hacía ver más salvaje. ¿Podrá algún día llegar a tener alguna oportunidad con ella? Esa preguntaba lo mataba. Mérida era una chica que sólo había visto por la calle, pero que apenas la vio y se enamoró. ¿El amor a primera vista, tal vez? 

―Bueno, al menos te habló― comentó Rapunzel, sacándolo de sus pensamientos.

Era fin de semana. Juntada de amigos. Eugene, Jack y Elsa estaban absortos en una conversación encabezada por el castaño mientras que la pareja le escuchaba y reía. 

―Pero. es que, yo... ¿cómo decirlo?―parezco una niñita, pensó.― Yo en serio quiero saber, bueno, no, mejor dicho, yo en serio quiero... conocerla. Gracias a ti sé su nombre, pero ella apenas supo de mi existencia ayer, y creo que ya se olvidó de mí.

―No te pongas así ―le sonrió su amiga.― Mira, ¿sabes cómo conseguí su nombre? 

Ahora que lo pensaba, nunca se lo había preguntado.

 ―¿La acosaste?

―Se lo pedí a Anna. Ambas van a la misma escuela.

―¿En serio?―Hiccup miró a Elsa.―¿Es la misma Anna que conocemos?

―¿La hermana de Elsa? Pues sí.

―¿Mi hermana?― preguntó Elsa mientras se hacía un rodete con su cabello. 

― De nuevo, sí.    

Anna, la hermana menor de Elsa, quien solo contaba con 15 años de edad, había aceptado, a un buen precio, averiguar el nombre de Mérida para Rapunzel, entre otras cosas. 

―Le daré las gracias la próxima vez que la vea.

―Deberías. Ahora, ¿tienes algún plan para tu conquistar a tu Julieta, Romeo?―preguntó la rubia. Estaba dispuesta a ayudar a su amigo. Ella era una amante de las historias de amor, y su mejor amigo estaba en medio de una, y Rapunzel estaba lista para ayudarlo a conseguir un final feliz.―Porque me parece que la tienes un poco difícil. 

―¿Un poco?―se rió Hiccup― La tengo más que difícil. Imposible. ―dijo mientras se sentaba en un pequeño sillón y se pasaba la mano por el cabello.

―No te pases―Rapunzel rodó los ojos. Sonrió y miró a su amiga―Elsa.

―¿Si?

―¿Qué crees que debería hacer Hiccup con respecto a Mérida?

Elsa se quedó pensando unos segundos.

―Hablar con ella―respondió con una amable sonrisa.― La próxima vez que la veas vas a cruzar la calle a hablarle. 

 ―¿En serio crees que eso funcione, bebé?―le preguntó Jack a su novia. ― No digo que tu plan sea malo, pero de Hiccup de quién estamos hablando. Lo más probable es que se desmaye antes de poder decirle algo. ―se rió y chocó los cinco son Eugene.

―Pero qué buenos amigos...― susurró Hiccup. Levantó la cabeza y miró a su amigo narigón. ― ¿ya tienes regalo para Punzie? 

Todos se quedaron en silencio un segundo antes de mirar a Eugene en espera de una respuesta, sobretodo Punzie. Eugene corrió la mirada.

 ―¡Oigan! ¿ya vieron qué linda día es hoy? ¿qué tal si vamos a dar un gran y lindo paseo?― sonrió el castaño mientras se paraba y ponía su mejor sonrisa de inocente. Punzie comenzó a reírse.― ¿Por qué te ríes?― miró a sus amigos― ¿por qué se ríe?― ellos comenzaron a reírse― ¿¡por qué se ríen!?

―Porque eres un tonto―dijo Elsa con una gran sonrisa.

―Todos sabemos que no tienes ningún regalo para Punzie.― comentó Jack mientras acercaba a Elsa más hacia él y la abrazaba con más fuerza. La miró sonriente. ― ¿recuerdas lo que te regalé cuando cumplimos nuestro primer aniversario?

Elsa sonrió y agarró con orgullo el collar en forma de copo de nieve que llevaba en el cuello. Jack la besó y abrazó con mucho más cariño.

 ― Me lo regalaste porque el día que nos besamos por primera vez estaba nevando.―contestó su novia con una hermosa sonrisa. Miró a su amigo mientras apoyaba su cabeza en el hombro de Jack. ―¿Por qué no le regalas algo que conmemore algo lindo que haya pasado entes ustedes dos?  

―Algo así sería un lindo regalo―comentó Punzie. 

Eugene no sabía dónde esconderse. Él nunca había sido bueno para los regalos. 

―¡Estábamos hablando de Hiccup y esa chica, Mírida!

―Mérida.

―¡Eso dije!

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¿Me extrañaron? Yo sé que no. Ahre. 

Intentaré empezar a publicar más seguido, y lo más probable es que lo haga con esta historia, ya que la pienso hacer más "corta" que las otras que tengo a mano. <3

Tuve que hacer un montón de cosas para poder escribir este capítulo, porque hace tanto que no escribía, que me olvidé de varias cosas. Ups. 

Ojalá les haya gustado y prometo hacer lo posible por seguir subiendo para ustedes. Son lo más. Las adoro.

 ―Liesel.