él chico y su reflejo

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Era el primer día de mi primer año en media, mi madre decidió cambiar me de liceo. En el lugar no me destacaba en nada y tampoco me importaba hacerlo.

Ya han pasado 3 meses desde que ingrese, pero no me he hecho amigos, siempre estoy solo y no me incómoda. En mi sala existen chicos a los cuales no les agrado y todavía no se el porque, cuando tienen tiempo o simplemente están aburridos me molestan.

Una noche hubo una gran tormenta y al día siguiente todo estaba inundado, pero aún haci teníamos clases y como no me gusta estar en casa decidí ir.

Llegué temprano y como aún no tocaban para entrar a clases decidí sentarme en una banca que estaba en frente de una gran posa de agua, me quedé viendo mi reflejo por largo tiempo y este sonríe,  quede en un shock  al ver como mi reflejo se movía para luego decir- por qué estas tan solo? - no sabía que hacer me quede boquiabierto viendo como me observaba sonriente.

A...C-como es que hablas? -digo algo sorprendido sin procesar bien lo que pasaba.

Todos pueden hacerlo solo que a ninguno le agrada hacerlo - me dice como si fuera lo más normal del mundo - y dime por qué estas solo?

Pienso un poco antes de responder, no creo que pase algo malo - desde que estoy  aquí he estado solo...

Y por qué no hablas con alguien? -Dice aún sonriendo esto es un sueño... Por que hablo con mi reflejo - mmm... No me interesa mucho el ser sociable además no me llevo muy bien con mis compañeros - bajo la mirada

Y no tienes a nadie? -Me pregunta con una voz inocente

A nadie estoy solo.

Pues...-se queda pensando -ahora me tienes a mi y yo no te dejaré solo -me sonrió lo cual me hace confiar en el y asiento sonriendo. 
Pasaron varios días y siempre que podía hablaba con mi reflejo, le contaba lo que me pasaba en el liceo y como un grupo de compañeros avusaban de mi. El me decía que me enfrentará que no iba pasar nada, pero yo no soy de los que le hacen daño a las personas por más daño que me hagan a mi.

Un día a final de clase pase al baño a hablar con mi reflejo como de costumbre, pero mientras conversaba con él, el grupo de matones entro -tan solo estas que tienes que hablar con tu reflejo - ríe cínicamente a lo que yo solo agachó mi cabeza y miró de reojo a mi reflejo quien me sonríe disimuladamente y de él bolsillo del pantalón saca un corta cartón, yo lo vi con miedo y confusión asta que entendí de lo que se trataba, quería que con ello me defendiera. Que por fin no dejará que me pisotearan, que me humillaran y maltrataran. Metí mi mano en mi bolsillo y encontré el corta cartón hay, al tomarlo empecé a sentir un extraño sentimiento, me imaginaba a cada uno de ellos llenos de cortes, perforaciones y en medio de un charco. No me daba miedo esos pensamientos de hecho me gustaban y mucho, por ello sonreí de una manera terrorífica y como si algo me poseerá empecé a acercarme a ellos de una manera amenazante con la sonrisa en mi rostro y moviendo el corta cartón.

Ellos me quieren dañar, pero no los voy a dejar.
Ellos se arrepentirán, pero el chico no los perdonará.
Ellos morirán y el responsable de eso sonreira.
Sonreira al ver sus cuerpos perforado,costados y mutilados -empecé a cantar a cada paso que daba, ellos miraban aterrados lo cual me hizo soltar una leve risita. Termine a centímetros de uno y le corte el cuello para que el gritara de dolor mientras los demás miraban con horror.

Empece a apuñalarlos con ferocidad ya todos estaban en el piso retorciendoce por el dolor de las puñaladas, la sangre de ellos me empezó a salpicar a cada perforación que les daba y eso me hizo reír desquiciadamente.

Uno a uno dejaron de gritar y moverse por el dolor ya no daban más, cuatro cuerpos inertes tendidos en el blanco suelo del baño que ahora era teñido de un color carmesí. Encima de ellos un chico que reía de una forma aterradora mientras que su reflejo lo veía con satisfacción y una sonrisa de oreja a oreja. En aquel momento un hombre mayor llega al baño y ve esta trágica escena. El joven miro al profesor atónito, luego vio sus manos,  a los cuerpos y para finalizar vio al espejo en el cual ya no estaba su reflejo, lo abandonó asta su reflejo lo dejo en esta situación y el no lo pudo detener.

Me abandono... Me dejo... Me mintió y yo yo mate... Lo hice por el por mi, pero me dejo asta el me abandono - dije sosteniendo mi cabeza moviéndome hacia delante y hacia atrás, llorando de una forma desgarradora mientras que el profesor me veía como si de una película de terror se tratase. No aguante más 1... 2... 3... Puñaladas directo a los órganos vitales, el profesor grito me intento detener asta que no puede más y ahora éramos cinco cuerpos inertes tirados en un lago de sangre.

El profesor quedó en shock no pudo hacer nada, un escalofrío le recorrió la espina dorsal haciéndolo girar y mirar al espejo, en el, el reflejo sonriente de un niño quien unos momentos antes se había suicidado.

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