Capítulo 2

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Entonces me llegó aquel olor que tanto buscaba cuando de repente uno de los cazadores dijo algo que me enfureció.

- Si encontramos a esas mujeres, que haremos con ellas?- dijo. "No harás nada con ella porque no la encontrarás" pensé. Seguí el rastro del olor hasta un campo lleno de preciosos lirios, era una maravilla a la vista pero no me podía distraer ahora con las flores, debía encontrarla.

La mayoría de los lirios tenían su aroma así que iba a ser difícil, aunque lo haría costará lo que costara.

Ya era muy tarde y me tenía que presentar a la manada. Al final no la encontré pero mañana volvería temprano a este mismo campo para volver a buscarla y admirar los lirios. Ahora sabía que ella solía estar mucho aquí y que le gustaban los lirios. Volvería y estaría allí todo el día para intentar verla.

No sabía exactamente cómo llegar a la manada y recordé que tenía un mapa no muy bien dibujado que me podría servir para llegar.
Cuando llegué a la entrada de la manada pude ver a los omegas que me dieron la bienvenida con Mathew al llegar. Me acerqué a ellos y me incitaron a pasar. La entrada era un gran arco de madera con el símbolo de la manada en lo más alto.
El símbolo se formaba por la cabeza de un lobo con enredaderas al rededor tallado en madera al igual que el arco.
No había ninguna muralla ni fortaleza, a parte del arco, todo el poblado estaba rodeado y camuflado en el bosque.
Los omegas que por cierto se llaman Bruss y Josh, me guiaron hasta la casa del Alfa. De camino vi a muchas mujeres con sus cachorros y hombres entrenando.

Todas las casas de la aldea parecidas pero ninguna igual a la otra. Cada una tenía un diseño y estilo diferente pero construidas con la misma madera y piedras.

Era muy bonito.

Entré a una casa con un lobo tallado al lado de la puerta, era una auténtica obra de arte. Caminamos un poco mientras Bruss y Josh me guiaban por unas escaleras hasta llegas a una especie de despacho. Josh tocó la puerta y recibimos un "Pasad" de alguien que se encontraba dentro. Al abrir la puerta visualizamos a Mathew y al un hombre no muy mayor de pelo castaño y ojos verdes de piel un poco bronceada.
Éramos más o menos de la misma altura, bueno... a lo mejor yo unos centímetros más alto. Al verme sonrió y se me acercó.

- Hola Connor, yo soy Shon el Alfa de la manada y espero que los tratos que hayan tenido contigo hayan sido de tu gusto- dijo el Alfa extendiéndome la mano, la cual estreché con confianza antes de devolverle la sonrisa.

- Por cierto, puedes llamarme Shon- dijo después de que nos separáramos.
Mathew me miró con no muy buenos ojos. Se notaba que no se fiaba de mi y creo que era por lo de mi mate, Mi Mate era en lo único que podía pensar. Tenía tengo tantas ganas de conocerla.
El Alfa parecía un buen tipo.
Después de las presentaciones me llevaron a la casa donde me alojaría y me sorprendió lo bonita que era al igual que al entrar ver que todas mis maletas ya estuvieran allí. No pude soportar más mi cuerpo y me tiré a la cama dejándome abrazar por los brazos de Morfeo.

Al día siguiente...

Me desperté temprano ya que quería empezar con la búsqueda cuanto antes "¿Como sería? ¿Qué reacción tendría al verme?" Esas eran preguntas que no podía dejar de hacerme. Al no saber cómo responderlas me dirigí a la cocina a preparar algo para desayunar. Abrí la nevera y no podía estar más agradecido ¡BACON! "¡Me encanta el bacon ;P!!!

Al cabo de un rato después de darme una ducha, fui al campo de flores del que anteriormente había percibido su aroma. Al llegar me asomé por un matorral desde el que podía visualizar l mayor parte del campo.

Sin darme cuenta me vino su olor, era un poco débil pero conseguí rastrearlo.

Por otra parte no muy lejos de donde se encontraba Connor, Leyna despertaba con los rayos de sol que se asomaban por la ventana. Poco a poco la joven ninfa se iba desperezando mientras daba vueltas por la pequeña cabaña que ella consideraba su hogar. Tranquilamente a la vez que se mezclaba con la flora del lugar, se dirigía al lago oculto que descubrió al divagar sola buscando un hogar. Al casi llegar al lago, comenzó a escalar un gran árbol con la intención de respirar el fresco aroma en las altas copas del bosque que tanto adoraba.

Al igual que ella disfrutaba su paseo matutino, un lobo que ya conocemos se acercaba al lugar favorito de un especial ser del bosque.
...

Siento mucho haber tardado tanto TANTO tiempo en actualizar pero es que esta escritora como que tiene memoria de pez y entre que no acaba el capítulo a sucio y se le olvida subirlo imaginad. También quería agradecer a la gente que apoya a la historia y a esta torpe y olvidadiza escritora.

La Ninfa y el Lobo [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora