narra ___:
- chariot déjanos tranquilos por favor!!!- pidió dead mientras corria de ella y su gusano al igual que los demás.
- TRAIDORAS!!!- grito mientras intentaba atacarnos
- odio a ese bicho...-digimos el teñido y yo al mismo tiempo
- sabes cuanto falta para llegar donde mama?- me pregunto boruto mientras esquivaba las garras del monstruo de metal
-estamos en la entrada de la torre de espinas - comente mientras nos acercábamos a una pared de cadenas y la verdad esto me da muy mala espina. antes de entrar obligo a todos a parar en seco.
- pongan atención, un solo rose a esas espinas y caerán inconsciente- dicho eso corrí hasta el pared de espinas y la destruí con mi espada
y lo primero que pude ver al abrirla fue a la reina encadenada en medio de toda esas espinas.- reina...
-___!!!- el señor naruto iba ir corriendo hacia ella pero lo detuve en el acto
- recuerda las espinas...-le dije en un modo neutro- si quieres llegar a ella tendrás que ir por arriba
el empezó a caminar por el techo detrás de mi hasta la reina quien se encontraba inconsciente, pero en cuanto le quitamos las cadenas y la apartamos de esas espinas recobro la conciencia.
- naruto...___- nos llamo mientras abría los ojos -CUIDADO!!!- nos empujo y sin previo aviso el bicho de chariot se llevo a la reina.
narradora:
- hola mi reina- se burlo la de cabellos dorados a su antigua jefa mientras esta la miraba de forma seria y demandante
- chariot...- le devolvió el saludo secamente- te vez distinta a la niña dulce y tierna que recuerdo.
- cierra la boca y entra de una buena vez- dijo empujando a su antigua reina dentro del mecanismo de su gran mascota de hierro.
-___!!!- la voz de su amado hiso que el corazón de la albina se llenara de felicidad, hace ya mucho no escuchaba su hermosa voz.
-naruto...-
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mundos distintos (boruto y tu)
Fanfiction-quien eres?- le pregunto boruto a la joven encapuchada - déjame en paz- le ordeno la chica ya bastante enojada - y si no ¿que?- la desafió el rubio - olvidare que me salvaste la vida- desenfundo su espada- ahora largo y no vuelvan los jóvenes y su...