¿Donde Estas? (Pincest)

Esperando verte

Dipper...

Los dias pasaban lentamente mientras yo seguia "recuperandome"
Aunque en el momento en que habia abierto los ojos ya me sentia listo para regresar, todos, inclusive doctores, decian que debia quedarme unos dias mas.
En todo el tiempo que estuve aqui no vi a mi Mabel y mis padres ni siquiera la mencionaban. No tenia ni mi celular para enviarle un mensaje.

Quizas, quizas a ella se le habia prohibido verme y ya en mi casa la podria ver...
Pero, lo que hice ¿habria ayudado a darse cuenta de que lo que ella estaba haciendo era malo? Quizas si, quizas no.

Y si no habia funcionado ahora ella estaba sola en el desagradable mundo con esas personas toxicas a las que ella llamaba amigas. Ella podria haber quedado sola, mis padres ya estaban cansados ni atencion le prestaban. Yo era el unico que estaba pendiente de lo que hacia durante el dia. Y ahora estaba en este maldito hospital.
Temia por ella. Si cerraba mis ojos solo imaginaba cosas terribles que podia estarle sucediendole.

Maldicion.

Con mis manos tape mi rostro y solte un profundo suspiro. Queria irme, queria estar con ella. Algo dentro mio decia que yo estaba hecho para protegerla, por mas que quizas ese pensamiento estuviera errado.

Y asi mis dias fueron mas y mas largos en una blanca prision.
Fue en este lugar cuando mis pesadillas empezaron...
En medio de la noche notaba terribles sombras y escuchaba un susurro en mi cabeza. Se oia tan melancolico. Pensaba que quizas era mi subconciente, no queria mostrarme debil frente a nadie, pero en las largas noches sentia que algo dentro mio se quebraba en mil pedazos y lo unico que me consolaba era mirar por la ventana deseando el afuera.

Cuando llego el dia en el que al fin regresaria a mi casa me sentia entusiasmado e impaciente. Queria abrazarla y no soltarla jamas no me importaba si ella seguia con su mala actitud, ahora mas que nunca estaba decidido a salvarla.

En el camino de regreso mis padres no dijeron una sola palabra de ella. Solo se limitaban a decir que las cosas estarian bien, que se habian asustado por mi, que me querian y nunca olvidara lo especial que era para ellos.
Palabras de aliento y consuelo. Pero realmente no las necesitaba, no las queria.

Al entrar a mi hogar mi padre me dijo que arreglara mis cosas y saldriamos a comer a un restaurant.

Subi dirigiendome a mi cuarto, el silencio que habia ahi llegaba a cortarme el aire de la preocupacion que me producia.

- Mabs.... Mabs...
Intentaba llamarla.

Pero cuando entre a su cuarto estaba todo limpio.
Limpio y vacio...