¿Donde Estas? (Pincest)

Aire

Manson...

Si pudiera repasar todo aquello, si pudiera retroceder todo como una cinta de video haciendo que las acciones queden alrevez y detenerme en frente tuyo por solo un minuto.

No te voy a negar que el dolor que dejaste sigue aqui, como una espina en lo mas recondito de mi ser, y nadie podra entenderlo. 

Prefiero sentarme, sentirte mas cerca. Creo que en todo este año no habia visitado tu tumba ni una sola vez, por miedo a como podia afrontarlo. Mamá y papá fueron comprensivos en dejarme volver solo. Despues de todo lo que ha pasado.

Tu caja, fue mas que un rompecabezas un choque con la realidad de tu vida. Cada carta, cada nota y cada cuaderno perteneciente a ti acabo siendo una bomba de tiempo que en ese instante estallo en mi cara. El enojo por las acciones que no se hicieron, por las palabras que no se dijeron y porque tu muerte podria haberse evitado acabo dandole un susto a ambos cuando me encontraron nuevamente en tu cuarto con una crisis de nervios entre lagrimas y temblores que no podia manejar.

Hospitales, medicos, especialistas y diagnosticos de transtornos psicologicos, señalandote a ti y victimizandome a mi. Mamá estaba destrozada, papá me exigia que hablara, pues sino las cosas se pondrian peor. Y fue que ahi empece, entre lagrimas de solo pensar en todas tus palabras, ellos miraban atonitos, todo aquello que decia, incluso mencionaba cosas que pensaron que nadie mas que tu lo sabias. mamá lloro nuevamente abrazandome. Fue cuando toda la familia quebrada que dejaste dejo salir ese luto por ti, ese dolor y la agonia de haber perdido a su hija, a la estrella fugaz que alguna vez fuiste. Aunque para mi en el cielo sigues existiendo. 

Miro alrededor de aquel cielo nublado, donde apesar de todo la humedad hace que la temperatura ascienda bastante. Miro tus letras remarcadas en dorado, tu fecha, nuestro cumpleaños, y tu defuncion. El dolor que apenas lleva en vilo doce meses.

Lo unico que se me ocurrio hacer, y el doctor Pucci sugirio que hiciera, fue escribirte una carta. Como respuesta a todas aquellas notas del pasado que guardaste y nunca llegaste a enviar. He hecho miles de borradores, y he pasado horas de insonmio reflexionando este año, reflexionando mi vida y tu extinta vida. Mi dolor y todo aquello que pude leer. 

Querida Mabel:

                              Como podria imaginar que hace un año atras despertaba del campus de la peor universidad a la que he ido, con tu cadaver al lado. No puedo negarte que las pesadillas aveces me invaden y me cuesta no llorar. Tu ausencia apesar de todo lo que habia pasado en nuestra vida no deja de dolerme. Me ha costado aceptar el hecho que nunca volveria a verte. 

Pero nuestra historia ha quedado registrada, como los mejores amigos, hermanos y compañeros que fuimos. Quisiera dejarlo asi. Hemos cometido errores por monton y tu rendicion ha sido un tiro dentro de mi alma. Siempre imaginandome que cuando tu cayeras yo estaria ahi extendiendote una mano para volver a levantarte, para no dejar que cayeras de nuevo, ni nunca jamas. 

Mabel, he repasado cada cosa que me dijiste, lo que repasado millones de veces y el mundo puede ser muy cruel y muy oscuro para muchos y el tuyo ademas de ser negro fue como una moneda de dos caras pues en tu dolor solo salia la rabia, el enojo y la ira para no dejarte ver como podrias estar sufriento. Me molesta haber sido tan ciego.

Sigo pensando en la ultima noche que estuvimos juntos, con tu malestar que parecia ser solo temporal, cuando tu sudor deletreaba suicidio. Recuerdo haberte abrazado de espalda y escucharte soltar un suspiro de paz. Recuerdo tus ojos plasmados en mi, mirandome lastimeramente, mientras tu mano danzaba por todo mi rostro.