Clare caminaba por los pasillos de su instituto y se paró en su casillero.
-Clare no te desanimes.-le dijo su mejor y única amiga.
-No me puedo creer que otra vez estemos aquí.-dijo apoyándose en su casillero.
-Mira el lado positivo,solo nos quedan dos años aquí.-dijo optimista.
-Danna esto es un infierno.-dijo viendo como Danna sacaba su libro de Matemáticas y la imito cogiendo el suyo.
-Me gusta esto de que tengamos nuestros casilleros juntos.-Dijo Danna.
-Después de cuatro años ya era hora de que pensaran en nosotras.
-Eh se te ha caído eso.-Dijo Danna señalando al suelo.
Clare se agachó,cogió el papel y lo metió en su mochila negra.
-Al menos toca Matemáticas.-Dijo Clare intentando ser optimista como Danna.
-No se como puedes odiar tantas cosas y que una de ella no sea matemáticas.-dijo riendo.
-Eh yo no odio muchas cosas.-Dijo mintiendo.
-Te conozco más que a mi misma.-Dijo Danna y Clare la abrazó mientras andaban hacia su clase de matemáticas.
Clare y Danna en este curso estarían todas las clases juntas excepto en una en la que Clare daba literatura universal. Clare siempre había pensando que con Danna todo se hacía más ameno.
Clare llegó a casa y en vez de comer se fue directamente a dormir ya que estaba demasiado cansada por su primer día de clases.
-Clare ¿Qué haces durmiendo?-.Dijo su madre entrando por la puerta haciendo el máximo ruido posible a su paso.-Tienes que estudiar y hacer deberes.
-Ya voy mamá,solo estaba descansando.
Su madre se fue de la habitación enfadada. Clare cogió su mochila y sacó el archivador y los libros. Al sacarlo se le cayó la hoja que había recogido antes del casillero.
Hola,solo quiero decirte que me encantas. Nos vemos en clase P.
