my name is troye. TRADUCCIÓN

no hay

no hay

estaba en el hospital.

de nuevo.

mi cuello estaba vendado y había un suero pegado a mi brazo. observé mis al rededores, mis ojos azules llenos de tristeza. 

¿por qué nadie me
entiende?

"porque nadie te ama, troye, a nadie le importa. a nadie nunca le
importarás. ya muérete," 11 susurró desde el fondo de mi cabeza. sentí lágrimas acumulándose en las esquinas de mis ojos mientras soltaba un sollozo.

"sí. llora. eres desagradable," gata murmuró, estando de acuerdo con 11.

mi mente se vació por un rato. un momento para actualmente pensar.

observé mientras un enfermero entró en mi habitación mis ojos lo evaluaron y sentí cómo se me secaba la boca.

maldición, es lindo.

solté un sonoro respiro mientras se inclinaba hacia mí. sus penetrantes ojos verdes observaban los míos mientras sonreía de manera feliz.

"hola, ¿qué tal, troye?" preguntó y entonces sus dedos sacaban de forma habilidosa el suero de mi brazo, remplazándolo con uno nuevo. ya estaba acostumbrado a ese sentimiento y mi brazo estaba punteado con cicatrices por eso.

"b– bien," tartamudeé. todas mis voces estaban calladas, lo que me dio tiempo para pensar en él. su liso, oscuro cabello rubio caía sobre sus ojos verde selva como una cascada. una alegre sonrisa estaba pegada en sus delgados labios, los cuales se veían muy suaves. estaba quitando cuidadosamente la venda de mi cuello.

"¿cómo llegaste a tener un cuello tan rasguñado?" preguntó de curioso y luego comenzó a enrollar mi cuello en otra venda.

"estaba tratando de detener a dorado," murmuré suavemente. sus acciones se detuvieron mientras sus ojos me observaban hacia abajo con expresiones curiosas por toda su cara.

"¿quién es dorado?"

pasé unos dedos por mi cabeza, murmurando una incoherencia.

"soy esquizofrénico. paranoico esquizofrénico."

ya no temía decirle a la gente lo que me iba mal. la razón estaba detrás de las rosadas y antiguas cicatrices de mi cara y los moretones que rodeaban mi cuerpo, también por los constantes gritos aleatorios y las alucinaciones.

me han dicho que estoy loco. o que me gusta llamar la atención, pero, ¿acaso yo pedí todo esto? ¿pedí que mis pensamientos fueran interrumpidos por otros que ni son míos?

la respuesta es no.

no lo pedí.

"oh, troye... lamento tanto que tengas que pasar por eso," susurró, simpatía se escapaba en cada palabra. sentí la cama hundirse cuando se sentó en ella.

"mi tía tenía esquizofrenia paranoica. le estaba yendo bien, hasta que un día saltó del techo de un edificio. dejó un cuchillo allá arriba, y en el material del techo escribió '36 me dijo que lo hiciera'."

¿por qué compartía algo tan profundo y personal conmigo?

"no confíes en él. trama algo," observó 11.

"por favor, troye. no los escuches. por favor."