Prólogo

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Adrenalina, poder, deseo y excitación. Son algunas cosas que se pueden encontrar en un asesinato, sin embargo todo aumenta cuando la persona se retuerce en el piso, liberando lagrimas por doquier y montando un teatro barato sumamente patético, esperando que mágicamente aparezca un milagro y salgan con vida; rogándole a Dios y cuanto espíritu que se le ocurra por un poco de misericordia, pidiéndole piedad para así ellos poder salvar sus sucias y mugrientas almas de su fatídico e inevitable final.

Es patético.....

¿cierto?

Ellos se la pasan creyendo que con el hecho de llorar como un niño chiquito y berrinchudo mientras bota lagrimas de sangre y sus tejidos son desgarrados de a poco se me ocurriría la fantástica idea de dejar mi trabajo a medias. Digo es ¿en serio?, osea desde que tengo memoria se utilizar a la perfección un arma, cuchillo o cualquier cosa que sirva para quitarle la vida a cuanta persona se le ocurra cometer la infracción de intentar estafar a mi padre, después de todo para eso fui criada, debido a que en cierta forma soy una especie de guarda espaldas o un escudo del cual mi progenitor de resguarda "valientemente" mientras mis hermanos y yo hacemos el trabajo sucio....

Para ser franca no les voy a mentir al decirle que nunca me dio miedo enterarme de cual era mi destino, tampoco les voy a negar que adoro lo que hago; esto se ha vuelto mi mayor vicio, mi nueva  droga, es una sobredosis de placer, una formas de descargar toda la rabia que guardas dentro de vuestra inmunda alma en unas descargas sobrehumanas, verlos revolcarse en el piso por el sumo dolor que podemos provocar y lo mejor de todo es que ellos mismos saben que con el simple hecho de llegar a caer en nuestras manos firman de forma indirecta su sentencia de muerte.

.....

Antes de despedirme quiero informar desde ahorita que no estoy aquí para contar un estúpido cuento para dormir con su final feliz ni mucho menos, siendo sincera no tengo ni idea de los que les vaya a relatar, después de todo es un pedazo de mi vida que comparto con ustedes, una sanguinaria, sucia y vil vida. Y aún sabiendo que por culpa de esta imprudencia pueda caer bajo las rejas o condenar para siempre a mi familia entera; Decido hacer un voto de confianza con ustedes por ende espero el mismo trato y total discreción sobre este asunto, puesto que en dado caso que lleguen a olvidarlo tengo mis contactos y a menos que quieran experimentar la frase "dormir junto a peces", sean sumisos antes mis reglas y/o indicaciones, esto incluye obviamente guardar el secreto que esconde "La Mafia Gagliardi", en especial a las identidades de los sicarios de esta organización.

Att: Alessia Gagliardi

Los hijos del PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora