Capítulo 6

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Los médicos de emergencia llegaron a la escena, había tres muertos y un hombre herido a punto de desangrarse, tenía una herida en el cuello, pero fue posible mantenerlo con vida.
Dentro de su cabeza estaba sucediendo todo otra vez, su mente estaba buscando el error de su plan.
Uno de los alumnos del colegio Cardar robó las llaves por una cantidad de 55 pesos. La cantidad exacta con la que podrías comer una hamburguesa y una de las famosas sodas italianas que vendían en la cafetería del colegio.
Fueron a casa de Alex en su camioneta, pusieron "All nightmare long" con un cable auxiliar y mientras Metallica se reproducía, los individuos pensaban en voz alta las posiciones que usarían si pudieran tener sexo con una actriz del momento.
Se bajaron de la camioneta, entraron a la casa y lo primero que vieron fue una maleta con dinero,
pero cuando los adolescentes llegaron a la casa de Alex, no se dieron cuenta de que tenían compañía
Victor y Ulises estaban en la sala, la cual infortunadamente estaba frente a la puerta de entrada; Ulises era el que tenía la maleta a reventar de billetes en la mano.
Un arma desenfundandose del chaleco de Victor y dos adolescentes corriendo para salir de la casa fue lo siguiente que sucedió.
Los dos adultos y uno de los adolescentes murieron no más de tres horas después.
Cambiar los billetes no es una cosa sencilla; Al llegar a casa metí la maleta y pagué el taxi con dinero que tenía para comprarme una pantalla de alta resolución, llevaba un par demeses ahorrando y apenas tenía setenta y tres pesos. Escondí la maleta en el closet y me metí a la regadera. Fue como si el agua tuviera la capacidad de avivar mis recuerdos, apenas y podía asimilar lo que había pasado. Entonces lloré. No por las balas y la sangre, no por haber golpeado a un herido ni menos que me hayan golpeado. Lo que me estaba quemando el corazón era que no me arrepentía de haber golpeado a alguien en ese estado, llamas de verguenza ardían con la misma intensidad que las ganas de dispararle a Eduardo y después golpearlo en el piso.
Cuando salí mi madre aún no llegaba. Me puse la pijama y me acosté de lado, cosa que hago cuando estoy cansado, y dejé que mis pensamientos se fundieran con la almohada hasta el punto en que mi cabello y las fibras de tela de la funda estaban hechas del mismo material. Eramos fuego activado por un arma, y después tomamos la forma de la bala. Una bala que se dirigía a mí cara y al final impactó en el pómulo. Después, nada, incluso el departamento de producción de sueños en mi cerebro estaba muy cansado. Desperté unas horas después y me di cuenta de que ya no había luz, así que dormí hasta el día siguiente.

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⏰ Última actualización: Aug 30, 2018 ⏰

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