Part 35: RAGING

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-Jos, qué fue lo que hiciste? -dijo Bryan cuando bajé a la cocina con un dolor de cabeza y de garganta horribles, todos me miraban mal

-Qué hice de qué?-iba a abrir el refrigerador pero Alonso no me dejó

-Melanie acaba de salir llorando de aquí, qué fue lo que le hiciste? -insistió Bryan y sentí mi sangre ardiendo

-Por qué preguntas por ella? Te gusta? -él me miro peor, Bryan nunca se enoja

-No puedes seguir así, Jos.-dijo Alan y salió de la cocina, Freddy lo siguió

-Terminamos, de acuerdo? Qué más quieren saber?!-dije y me miraron

-No tenías por qué ser tan idiota. -le dijo Freddy asomando su cabeza por la cocina- Ahora sí espero que te quedes solo y amargado para siempre. Ella no se lo merecía.

-No pedí tu opinión...

-Hey, hey, qué pasa acá?-dijo Jesús entrando a la casa- No discutan, tenemos mucho trabajo, vamos.-dijo y salimos

NARRADOR EXTRADIEGÉTICO

Es mi trabajo contarte lo que pasó después, pero te advierto, no te va a gustar porque desafortunadamente esto es la vida real y las expectativas siempre vencen a la realidad.

Pues bien, aquí teníamos a Melanie en camino de regreso a Zacatecas, pero la pobre no contaba con la inevitable acción de que su madre se acaba de enterar de la verdad de su separación con Alejandro, verdad que guardó Melanie en secreto. Lamentablemente Ana lo tomará como traición hacia su persona por parte de su hija. Pobre Melanie. Ojalá las cosas no hubieran pasado así.
Llegó a su casa, cansada y con el corazón hecho pedazos, iba a subir a su habitación cuando se encontró con su madre.

-Mamá...-dijo sorprendida

-Toma asiento, por favor.-ella obedeció, todo esto era extraño

-Qué pasa?-frunció el ceño

-Desde hace cuándo sabes que Alejandro estaba con Laura?-la sangre de Melanie se heló y se puso pálida- No te atrevas a negarlo.-agregó

-Hace un par de meses lo supe.-admitió después de unos minutos

-No puedo creer que mi propia hija me haga algo así... Tú sabías y no dijiste nada...

-Pero mamá...

-No quiero verte, Melanie...-dijo decepcionada- en serio que no...vete de aquí.-Melanie se puso de pie- Vete de mi casa!-le gritó y Melanie se asustó

-Bien.-dijo y se  tomó el tiempo para tomar sus cosas y subirlas a su auto, dejó su llave sobre la mesa y se fue de ahí sin mirar atrás, no lloró, no aún, sólo manejó y manejó hasta que se detuvo a un lado de la carretera. Gritó y golpeó el volante hasta que se tranquilizó un poco.
Qué haría ahora? Dónde dormirá esta noche? Necesita dinero y un techo...tomó su celular e hizo una llamada desesperada.

-Vale?-dijo y sorbió su nariz, le contó lo que pasó a su amiga y minutos después ya estaba en el departamento de la chica.

-La habitación de al fondo esta lista para usarse... Puedes quedarte, las dos nos las arreglaríamos muy bien, te parece?-Melanie la miró con un poco de asombro

- En serio?-Valeria asintió y Melanie la abrazó- muchas gracias, Vale...

-Estarás bien, Mel, te lo prometo pero por ahora necesitas descansar.- le dijo y la dejó sola con sus pensamiento 

En ese muy momento Melanie sólo tenía el depósito de su beca pero no era suficiente, tendría que conseguir un trabajo para los fines de semana. Y así lo hizo, consiguió trabajo en una biblioteca esa semana.
Los meses pasaron y ella había cortado toda comunicación con su familia, consiguió su propio departamento y continuó trabajando en la biblioteca.

-Melanie...-la llamaron mientras ella estaba en su casillero antes de irse a trabajar a la biblioteca un viernes por la tarde

-Qué pasa?-miró a Bruno

-Me preguntaba si...-el chico estaba nervioso-me preguntaba si te gustaría salir a tomar un café conmigo...-Melanie alzó una ceja y lo miró

-Café?

-Eso mismo.

-No puedo, tengo trabajo...

-Puedo esperar... Después de tu trabajo...

-Seis de la tarde en el Dalí... No llegues tarde.-le dijo después de pensarlo, Bruno sonrió y asintió

-Estaré ahí!- le dijo antes de que Melanie saliera del edificio.

Ya eran las seis de la tarde y justo como lo había dicho Melanie, en el Dalí café.

-Bienvenida al Dalí café.-le dijo una chica sonriente

-Gracias... Vengo con un amigo.-dijo y siguió su camino, vio a Bruno sentado en los sofás de al fondo leyendo un libro, Melanie se detuvo a observarlo, se veía tranquilo y bastante guapo. Sólo se limitó a llegar y sentarse frente a él

-Oh!-la miró Bruno-llegaste.-le sonrió y así comenzaron ambos a platicar, ambos reían bastante y se divertían como lo hacían antes.-Ya te extrañaba, Mel... Sólo que siempre estas ocupada con Jos.-dijo su nombre, fue lo primero que pensó Melanie, aclaró la garganta

-No, ya no es así...-le contestó y él se quedó callado

-Qué fue lo que pasó entre ustedes? Eran... Eran hermosos juntos...

-Un par de problemas... Él tiene su fama y yo tengo la universidad, no iba a funcionar.-mentirosa, pensó ella

-Me tienes a mi.-ambos se miraron y ella se dio la libertad de sonreír sólo por esta noche

-Lo sé.

-Entonces aceptame...aun que sea muy pronto pero yo no te dejaré sola... Mel, yo nunca te haría lo que él te hizo.-dijo tomando la mano de la chica

-Ah-eh...-tartamudeó-no lo sé...-estaba sorprendida

-Déjame convencerte... Lo haré, sé que no soy famoso ni canto bien... Pero te daría mi tiempo, te compraría una casa en Francia en la que podamos vivir los dos... Y nos haremos viejos y ricos a la vez, haciendo traducciones.-la hizo sonreír

-Francia suena genial.-asintió

-Yo te quiero con todo y tu demencia.-se acercó a ella y besó su frente, un nuevo amor tocaba a la puerta de Melanie desde hace tiempo sólo que esta vez ella abrió la puerta.











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