Part 16: Hasta La Piel

95 4 0
                                    

Subí a mi habitación y abrí el armario, saqué mi maleta y comencé a guardar mi ropa y mis cosas en cajas hasta que llegué al tablero de la pared. Lloré de nuevo y comencé a quitar las fotos frenéticamente hasta que se rompió una. La tome entre mis manos y la abracé hasta quedarme dormida con ella.

-Mel. ..¿Mel?-sentí que movían mi brazo y desperté con pesadez

-¿Qué?-vi que era mi hermano y me senté rápido en la cama- Qué pasó?-miro las fotos en el suelo

-¿Por qué guardas todo?- desvié la mirada  

-Porque quiero llevarlas a Zacatecas...-él asintió

-Te llamaron en la tarde. ..-miré el reloj y eran las 9:40 pm - era un chico, dijo que llamaba luego.

-Si vuelve a llamar...¿podrías decir que no estoy o inventar algo?

-Claro. -dijo y salió de mi habitación

Me puse de pie y tome una caja más y le puse una etiqueta "para Jos", guarde ahí las fotos, la cámara, el libro que me regaló y todo recuerdo o cosa que tuviera de él, toque mi pecho y me quite también el collar, sellé la caja y la dejé al pie de mi cama.

Por si fuera poco, nos íbamos a quedar dos semanas más porque a mi mamá se le ocurrió hacer un Congreso para su Maestría. La primer semana yo no salí de la casa de mi abuela, no importaba el lugar, lloraba cada noche hasta quedarme dormida y esa casa era una tortura porque mi abuela cocina muy bien y te hace comer hasta no poder más.

-Vámonos, Mel.-dijo Alejandro cuando yo me salí de bañar

-¿A dónde?-tome mi chamarra amarilla favorita para los días lluviosos

-Te llevaré  a la Gandhi...-siempre íbamos los dos porque nos encanta leer a los dos

-Espero que tengan algo bueno. -dije y salí detrás de él

-Qué dices si mañana vamos de compras...necesitas ropa nueva ahora que regresas a la escuela. -dijo mientras yo veía la lluvia por la ventana

-Claro. ..suena genial.

-Y tus lecciones de piano? Ya no te he escuchado...

-Lo olvidé, volveré a ellas.

-Bien, pero deberás practicar más.-asentí  
Esa tarde le conté todo a Angie y ella me aconsejó que tomara unos días para pensar bien las cosas y que no era justo que Sandra se metiera entre Jos y yo, debería de respetar su vida privada.

-Tienes razón en eso, Angie-dije

-No seas cobarde. . .defiende lo tuyo.-me dijo y me abrazó- No dejes a Jos, por favor.
   
A la mañana siguiente desperté en mi habitación y salí a correr, como se me estaba haciendo costumbre: cinco cuadras hasta el parque, darle una vuelta y regresar. Cuando estaba a dos cuadras de mi casa vi que un coche rojo me seguía y me giré, el auto de detuvo un poco pero siguió. Llegué a mi casa y ahí estaba el auto rojo, sólo que ahora Sandra estaba recargada en él, me detuve.

-¿Y bien?

-Espera aquí...-le dije, subí hasta mi habitación y tomé la tarjeta de crédito, bajé y la miré desde la escalinata, suspiré- toma. -se la di y ella la tomó

- ¿No la quieres?

-No me hace falta, me voy por cuenta propia. -sonrió victoriosa- Felicidades...

-Es lo mejor para los dos, Mel. Sólo adelenté lo inevitable.

-Esta bien. . .-estaba por irme

Cuando Te Encontré Donde viven las historias. Descúbrelo ahora