"Él"

496 18 5
                                        

Hacía tanto tiempo de su partida que ya comenzaba a pensar en él como un sueño, un producto de mi imaginación que me había permitido ser feliz y experimentar cosas grandiosas, pero que había desaparecido cuando más lo necesitaba, pero entonces cua...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hacía tanto tiempo de su partida que ya comenzaba a pensar en él como un sueño, un producto de mi imaginación que me había permitido ser feliz y experimentar cosas grandiosas, pero que había desaparecido cuando más lo necesitaba, pero entonces cuando su foto en el buro de mi estudio, oculta tras papeles y notas, me recordaba que el sí fue real, que era real. Y que no volvería jamás.

El auto en que viajaba se detuvo dejando que Coraline –mi mejor amiga– y yo bajáramos y entráramos al aeropuerto. Tomaríamos un vuelo a Ámsterdam donde planeaba rehacer mi vida de una vez por todas. Estaba harta de vivir en una constante agonía desde hacía casi tres años, de andar como alma en pena sufriendo aun por un amor que no tuvo el final que yo hubiera deseado.

Decidida más que nunca a quemar esta etapa de mi Vida, Cora y yo caminábamos arrastrando nuestras pesadas maletas para hacer el Check In en la aerolínea, cuando una voz que salía desde los altavoces anuncio la llegada del vuelo 996 que venía de Alemania. Mi corazón se estremeció e incluso un escalofrío recorrió mi cuerpo. Coraline me dio una mirada por el rabillo del ojo registrando mi reacción. Deseche cualquier idea; Era casi imposible, una coincidencia demasiado cruel y absurda, que él estuviera en ese mismo aeropuerto al mismo tiempo que yo. Sin embargo mis ojos buscaban su rostro en cada persona que salía de la puerta de desembarque a pocos metros de nosotras.

Casi de último llevando solo una maleta de mano, un hombre alto, delgado, con el cabello corto pero estilizado y un rostro levemente aniñado con una quijada marcada apareció entre la multitud. Como dijo Rubén Blades: "la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida."

Deje de respirar en el momento en que le vi.

Era él. Coraline tomo mi mano al mismo tiempo que veía como él atravesaba las puertas automáticas y le dio un apretón dándome ánimos, me susurro que todo estaría bien y que no pasaría nada. Mi corazón saltó de mi pecho tratando de ir hacia él; Seguía siendo tan estúpido como al principio.

Mi mirada encontró la suya y él se detuvo en seco. No había cambiado absolutamente nada en todos estos años, cuando mucho solo se había vuelto más guapo. Quise huir, esconderme en algún rincón oscuro del planeta y dejar que las lágrimas que amenazaban con salir de mis ojos se derramaran libres. Él se detuvo en seco cuando me vio y luego dio un paso en mi dirección y yo di uno hacia atrás; mi cerebro trataba de procesar el hecho de que él estaba allí, frente a mí y que no era un espejismo, que era tan real como yo como y todas las personas que nos rodeaban.

-Vamos- Me apuro Coraline, lo miró con una rabia indescriptible y luego jalo mi brazo.

-No, es él. Es...- susurre casi para mí misma.

Ella me miró con reproche y siguió jalando de mí con fuerza. ¿Cómo no entenderla? Ella era mi mejor amiga, había sufrido conmigo todo lo que mi corazón sufrió luego de su partida y había llegado a odiarlo tanto como yo debería haberlo hecho. Y como no lo hice.

Pero... ¿Cómo odias a la persona que amas?

-¡Lucyle!- Gritó él a nuestras espaldas. Tanta Coraline como yo nos quedamos petrificadas, pero ella reacciono primero y volvió a jalar de mí y me llevó aún más rápido a nuestra puerta de embarque. Yo me di la vuelta aun caminando y mire de nuevo en su dirección.

El trataba de caminar entre el mar de gente para alcanzarnos, pero la multitud no lo dejaba avanzar con suficiente rapidez. Mi corazón latía desbocado, parecía querer huir de mi pecho para ir a refugiarse entre sus brazos. Inconscientemente mi cuerpo también trataba de llegar a él, añorándolo de la misma manera en la que lo hacía cuando éramos felices. Finalmente, y en contra de mi voluntad, Coraline logro pasarnos al otro lado de la puerta, con sus gritos desesperados a nuestras espaldas, y luego dentro del avión con destino a Ámsterdam. Lo último que vi de él fueron sus ojos llenos de dolor y desespero junto con su voz que aun me llamaba, justo cuando las azafatas y la seguridad del aeropuerto le impidieron seguirnos.

-¿Por qué lo hiciste?- Exclame histérica- ¡Él estaba allí!

-Exacto- respondió Coraline- Por Dios Lucyle, has llorado casi todas las noches de los últimos 3 años por él y aun así ¿quieres ir corriendo hasta él? Por favor, ¡ten un poco de orgullo! ¿Qué planeabas hacer? ¿Tirarte en sus brazos? ¿Rogar por un poco de amor?

Explote en un mar de lágrimas y le abrace. Por años había soñado despierta con volver a verlo, había repasado una y otra vez las cosas que le diría, pero nunca me prepare para algo como esto. Tenerlo tan cerca y a la vez tan lejos prácticamente termino por destruir el bienestar que había tomado tanto tiempo construir luego de su partida.

Ella dio un largo suspiro y me devolvió el abrazo.

-No llores- trato de consolarme- Lamento lo que dije, estoy molesta con él, no contigo. Lo siento

-Es el amor de mi vida, Cora. –respondí entre lágrimas y jadeos. -¿Cómo se supone que no quiera llegar hasta él? ¿No lo viste? Estaba tan desesperado... y sus ojos...

-Él te dejo, Lucy. –susurro Coraline. –Escogió su vida en Alemania antes que a ti. Sé que lo amas, y se cuánto te amo él, pero aun así él no te eligió. Podrás amarlo con todo tu corazón y con toda tu alma, pero te mereces a alguien que siempre te escoja a ti por sobre todo, no a alguien que te abandone cuando las cosas se pongan difíciles.

Escondí mi rostro entre mis manos al mismo tiempo que las lágrimas volvían con más fuerza; Asentí como pude, y aun así llore casi la mitad del vuelo desde Washington hasta Londres y apenas pude dormir en las demás escalas hasta llegar a Ámsterdam.

Cuando baje del avión desee que el apareciera allí como por arte de magia. Lo busque en cada rostro y en cada espacio del aeropuerto por el que camine, Pero como era de esperarse, él no estaba allí.

**********

Y entonces... como quedamos? 

Para los viejos lectores: No se alarmen, lo esencial quedo igual. Solo una mejora en la narración, atar cabos sueltos y mas lagrimas garantizadas. ajajajaja

Para los nuevos lectores: Bienvenidos al mundo de Lucas y Lucyle!!

Para todos: Muchas Gracias por el apoyo. espero que les guste esta nueva versión.

No olviden dejar sus comentarios!! Leer sus reacciones y cada cosa que comentan es la mejor motivación que los escritores podamos tener!!

Spoiler, noticias, quotes, y mucho mas en mis redes sociales!!

Spoiler, noticias, quotes, y mucho mas en mis redes sociales!!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Someone's SomeoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora