Lucyle Frank solo ha amado a un hombre en toda su vida. Lucas Baumman fue su primer amor, su primer todo, el primero en romperle el corazón.
Lucas ama a Lucy, pero no puede quedarse con ella. Debe irse y dejarla cumplir sus sueños antes de que algu...
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Abril, 2010
"Concierto de primavera". Es lo primero que leo cuando entro al conservatorio hoy en la tarde y de inmediato me dan ganas de tirarme del último piso del conservatorio. Preferiblemente de cabeza. ¿El Motivo? Ah, por supuesto que tiene nombre y apellido, y son Lucas Baumman. ¿El por qué? Pues el señorito había logrado convencer a mi profesora y al suyo de que sería la oportunidad perfecta de interpretar algo a dúo, de cumplir la promesa que había hecho la otra noche en el teatro. Hacia dos semanas que tenía las partituras, y ya casi me las sabía de memoria, las mismas dos semanas que venía huyendo de Lucas como si el pobre tuviera la lepra.
Pero finalmente había llegado mi hora. La de ensayar, claro, no la de morir. Aunque eran casi lo mismo.
Lucas había logrado emboscarme a la salida de clases la semana pasada y prácticamente había hecho papilla mis nervios acercándose demasiado a mi rostro y susurrando con voz ronca lo importante que era para nosotros poder ensayar antes del concierto de primavera, pero yo simplemente no podía. No es que no quisiera, era que me negaba a pasar más de dos horas encerrada en un salón con Lucas, porque sepa Dios que locura podría cometer. Pero el muy astuto sabía el poder que su voz cada vez más grave tenía en mí y había terminado por convencerme. Así que finalmente, luego de sufrir durante todo el recorrido en el autobús desde mi casa hasta el conservatorio, entraba campante a la sala de ensayos, porque primero regia a que el notara lo nerviosa que estaba.
Llego primero que él, así que decido matar el tiempo calentando y haciendo algunas escalas en el piano, lo que sirve al mismo tiempo como método de relajación. Dejo que mis manos vuelen sobre las teclas, concentrada en las notas y la digitación pero al mismo tiempo tratando de que sea lo más inconsciente posible, sin forzar nada. Sin querer toco un par de notas equivocadas y de inmediato el intervalo que se produce me recuerda a una canción de A Fine Frenzy con la que estoy algo obsesionada últimamente y cuando me doy cuenta estoy tocando varios acordes y cantando en voz baja la canción.
-He and i, have something beautiful, but so dysfuctional it couldn't last.- Estoy totalmente concentrada en la canción, dejando que los acordes progresen, sin prestar atención a lo que me rodea. –i loved him so, but i let him go, 'cause i knew he'd never love me back...
Estoy a punto de empezar el coro pero una serie de aplausos solitarios me hacen saltar en mi lugar y mirar detrás de mí con el corazón a mil. Y ahí, apoyado en el gran estuche de fibra de carbono de su cello, esta Lucas, mirándome de una forma que no se explicar pero que hace que una sensación cálida se expanda por todo mi pecho.
-No sabía que podías cantar, Lucy. –dice entrando al salón. –Quizá deberías dedicarte a eso, dar conciertos mientras tocas tu piano y cantas.
Estoy sonrojada, lo sé, por lo que saco mi lado defensivo y simplemente digo: -Llegas tarde, afina rápido para poder ensayar.
