Trampa y verdad

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Había escuchado la discusión de su hijo y su esposa la mañana pasada,pero prefería no decir nada, porque sabia que si lo hacia Astoria se enojaría con él, por decir que su hijo tenia razón en todo ese  asunto.

Estaba sentado en la mesa cuando vio a su hijo bajar,a la misma vez que su madre.

—Papá,buenos días —me dice como saludo —madre—saludo a su madre, de manera fría.

—Buenos días Scorpius —le respondí sonriendole de lado, él como buen hijo me sonrió igual —¿qué piensas hacer hoy?—la tensión era tanta que preferí hablar.

—Pensé que hoy podría montar a caballo, hace mucho que no lo hago— me dijo sonriendo con nostalgia, aun me acordaba cuando le había regalado ese caballo, apenas tenía cinco años, pero u entusiasmo era tanto según el se iba montar al caballo solo, fue feliz al al ver a su hijo así.

—Si quieres te acompañó— le propuso a su hijo, el cual sonrió— hace mucho que no vamos por las afueras de la mansión —él era feliz viendo a sus hijos felices.

—Claro papá, me encantaría —la sonrisa que si hijo ten en esos momentos, no tenia ningún precio; si alguna vez había creído que todas esas cosas no tenía valor, ahora si lo tenían,porque había aprendido a valorarlas, esa era la lección más importante que le había dado Margaret, amar hasta la cosas más sencilla.

—Astoria ¿por qué no nos acompañas?—quería ver si aceptaba,porque si lo hacia,seria interesante.

—Lo siento pero no puedo"como siempre  nunca podía" —necesito ir de compras —la escusa más barata del mundo.

—Pero casi todos los días vas de compras—le dijo Scorpius molesto —es que nos quieres tanto que nos remplazas con ropa, zapatos, o lo que sea que compres —no diría nada, dejaría que su hijo se desahogara.

—No me hables así Scorpius —le regaño Astoria a su hijo,"ahí vamos de nuevo", se dijo así mismo, mientras se tomaba el jugo de naranja —le prometí a tu tía acompañarla —escusas era lo único que sabía decir.

—Pues dime que no puedes —casi grita su hijo— dime que tienes algo más importante que hacer, o acaso, no es importante para ti, estar con tu familia—Scorpius tenia toda la razón; notó como el silencio de Astoria hería a su hijo, haciendo que se fuera del lugar, molesto y herido.

—No vas hacer nada—le dijo su esposa.

—No—respondió secamente, con aires de desprecio.

—Sabes, ayer vi a Margaret—eso era cambiar bruscamente la conversación, y no a su favor, lo esperaba que no supiera sobre su reunión con ella—hacia mucho que no na veía—le dijo, "por  dicha" pensó al escuchar en que hace mucho que no la veía.

—Bueno, nunca fue de tu agrado ¿no?—sabia que la indiferencia, hacia enojar a su "esposa", pero no dejaría de usarla, aunque notaba que lo estaba tratando de analizar —¿qué tanto buscas Astoria? —le preguntó cansado de su presencia.

-Nada querido, me voy donde mi hermana—le dio un casto beso y se fue.

Subió las gradas y entro en la habitación de su hijo; él estaba tirado en la cama boca arriba, viendo el techo, sabía que estaba enojado con su madre; pero que podía hacer, ni siquiera él decidió casarse con ella.

—Scorpius —llamo al chico, el cual volvió la cabeza al escucharlo vamos a cabalgar a caballo ya, no crees—le dijo sonriendo con caño, al extraño en él.

Mi amor por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora