Volver a empezar

Capítulo 3

Nos encaminamos a la cafetería para comer algo

Cuando llegamos no había mucha gente, pero los que estaban, nos miraban curiosos ya que estaba el serio que creían antisocial y agresivo y una chica que nunca había visto en el pueblo, éramos el centro de atención y era muy molesto.

Elegimos una mesa un poco más alejada de los demás ya que no dejaban de mirarnos, pero Aria quiso sentarse a la que estaba junto a la ventana que daba vista al bosque.

Creo que Aria se percato de las miradas de los demás y me pregunto.

-¿Por qué todos se nos quedan viendo?

-Por que a ti nunca te habían visto por aquí y creen que yo soy un antisocial amargado. Dije tranquilamente.

Llego una camarera y nos tomo la orden, nos trajo dos vasos de limonada.

-¿Por qué creen que eres amargado y antisocial? Dijo Aria.

-No lo sé, creo que es porque no acostumbro demostrar muchas emociones. Me encogí de hombros restándole importancia a lo que había dicho.

-Yo no creo que seas un antisocial amargado, al contrario creo que eres muy amable. Pude notar un leve sonrojo en las mejillas de Aria y debo admitir que eso que dijo me tomo por sorpresa.

-G-gracias. Dije un poco nervioso.

Hubo un pequeño silencio incomodo pero Aria lo rompió.

-¿Por qué no me quieres decir tu nombre?

-No quería que te relacionaran conmigo y empezaran a correr rumores tuyos por mi culpa. Fui sincero con ella.

-Así que es por eso, realmente no me molesta si dicen rumores míos

-¿Tan poca importancia les das? Le dije.

-Así es, yo sé como soy y las cosas que hago, así que no tienen por qué afectarme las cosas que inventen de mí. Sonrió cálidamente

-Nunca lo había visto de esa manera. Dije ligeramente sorprendido mientras tome un sorbo de mi limonada.

-A veces hay que ver las cosas desde otro ángulo para encontrar el lado bueno. Me sonrió a lo cual le respondí con una sonrisa también.

-Sigo sin creer que te digan amargado, ya se las verán conmigo. Dijo haciendo un puchero.

-¿No que no debería darles importancia? Dije un poco confundido

-Pero si es para defender a alguien más vale la pena cambiar el punto de vista de las personas no? Además que no se han tomado el tiempo de conocerte y ver que si puedes demostrar emociones. Se veía tan concentrada diciendo todo eso que no pude evitar reírme.

-Hey de que te ríes, intento defenderte. Dijo fingiendo estar ofendida.

-Lo siento pero realmente me causo mucha risa. Dije mientas continuaba riendo.

Las otras personas que estaban en la cafetería se quedaron sorprendidas al verme reír así, nunca había reído ya que no había hablado nunca con ellos y no tenia curiosidad por hablar con ellos sinceramente.

-Ves ya les dejaste otra impresión. Me susurro y rio por lo bajo.

-¿Así que eso querías lograr?

-Solo que no te juzgaran por tu apariencia. Me guiño el ojo a lo cual respondí con una risa apenas audible.

Después de un rato de estas esperando nuestra comida llego.

Esta chica es realmente sorprendente, creo que al final fue bueno haberla conocido.