III.

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Después de haber ayudado a sus pequeños nuevos amigos, los viajeros continuaron caminando guiándose por el causé del río que encontraron apenas dejaron la pequeña aldea, el estar cerca de agua dulce les ayudaba mucho, ya que contaban con agua y comida abundante. Caminaron durante toda la tarde y al caer la noche, montaron un campamento, esta vez sobre la tierra, ya que habían llegado a una zona que parecía poco peligrosa, y también porque no había arboles capaces de soportar camas colgantes como los del día anterior.

A la mañana siguiente ambos estuvieron de acuerdo en descansar un día completo, ya que desde el desierto, solo descansaban unas horas por la noche. Encontraron una gran cueva donde guardaron sus cosas y salieron para buscar comida, pero al regresar, sus cosas ya no estaban y solo encontraron un pedazo de una prenda de la ropa que habían dejado en el lugar, creyeron que había algún animal dentro de la cueva, pero al mirar con más atención los restos de ropa que estaban tirados, se dieron cuenta que por los bordes se veían chamuscados y de la parte trasera aun tenían un poco de cenizas que los viajeros imaginaron, serian los restos de las otras cosas. Investigaron dentro de la cueva, pero no vieron nada, hasta que llegaron a un lugar de la cueva, tan grande como un anfiteatro antiguo, solo que techado parcialmente y en el centro tenía una abertura tan grande como para que entraran dos elefantes. --¿Quién osa entrar en la morada de un poderoso guerrero?—dijo una poderosa y muy intimidante voz, los dos viajeros se sobresaltaron sin saber que era lo que ocurría y respondieron a la voz, --creemos que alguien quemo nuestras cosas y quisimos entrar a investigar, pero sería más amable de su parte si se mostrara ante nosotros--, dijo el joven viajero, en cuanto termino la frase, desde uno de los muros surgió una enorme silueta gris del mismo color que la fría roca de la cual surgía este maravilloso ser, los dos viajeros se quedaron inmóviles ante tal acontecimiento que estaban atestiguando, una bestia de tres o tal vez cuatro metros, con una gran cabeza como de caballo y una larga cola de serpiente, tenía además cuatro intimidantes garras en cada pata, su cuerpo estaba protegido con unas hermosas escamas color turquesa que con los rayos del sol que penetraban por el agujero superior, tomaban un color verde tornasol que llegaba hasta sus hermosas alas laterales. Los hombres no podían creer lo que estaban observando y sobre todo, no podían creer que estuvieran ante un poderoso dragón, --ahora si criaturas inferiores, ¿Cuál es su propósito al entrar en mi sagrado hogar?—dijo el dragón, los hombres, dando dos pasos atrás por temor a ser devorados al ver los enormes dientes del majestoso ser, respondiendo a él –solo queríamos saber que es lo que había sucedido con nuestras pertenencias—respondió el joven hombre que protegía al anciano dándole la espalda, el dragón los miro con gesto de incredulidad y dibujando una grotesca sonrisa dijo,--solo vienen a intentar capturarme como lo han intentado muchos otros--, el dragón inhalo profundamente y exhalo pequeñas flamas en distintas direcciones, con lo cual se encendieron en distintas zonas de la habitación de roca, antorchas que no habían detectado anteriormente por la oscuridad del lugar, cuando sus ojos se acostumbraron a la nueva iluminación, pudiendo ver todo su entorno se percataron que solo había en el extraño recinto, esqueletos regados por todas partes, el dragón nuevamente se acerco con su sonrisa a los hombres.—el hombre no es bienvenido en este lugar, y por lo tanto, terminaran como estos imprudentes que se creyeron afortunados por encontrar la guarida de un dragón--. No es así señor, nosotros solo esperábamos encontrar nuestras cosas para continuar nuestro camino—dijo el anciano al poderoso animal, --nosotros solo llegamos a esta cueva para protegernos del clima y poder pasar la noche, para mañana continuar nuestro camino—continuo el joven, el dragón los atrapo con sus poderosas garras y los coloco en un rincón de la gran cueva, los viajeros asustados, le rogaron al dragón que los dejase ir, pero sin ninguna respuesta de la bestia. El animal solo los observo durante largo tiempo pero sin hablar, y los hombres estaban demasiado asustados para hablar con él.

Después de treinta minutos, el poderoso dragón por fin hablo, -- la única forma en que yo los pueda dejar ir, es si logro decidir si son peligrosos o no para el mundo, ya que los de su especie solo de dedican a destruir lo que no les pertenece—les menciono el dragón, el anciano se acerco a el animal y dijo –solo somos viajeros, buscamos nuestro lugar, así como tu encontraste el tuyo en esta fría cueva, nosotros también queremos encontrar nuestra propia cueva donde terminar nuestra vida siendo felices--, el dragón al ver que el anciano se acerco a él ya sin el temor de ser devorado, y escuchando sus palabras, respondió –soy uno de los últimos ejemplares de mi especie gracias a ustedes hombres, y sin embargo aun creo que no todos los de su especie son iguales, yo se que ayudaron a los indefensos pigmeos, a pesar de ser más débiles que ustedes, y eso me intriga a saber más de la humanidad--. Los hombres que por fin se sintieron aliviados, inclinaron la cabeza en gesto de agradecimiento y le pidieron a el dragón los dejase ir, el dragón accedió a dejarlos pasar pero no sin antes compensarles por las cosas que había quemado solo para atraerlos a su cueva.—esperen un momento, dijo el dragón y salió batiendo sus poderosas alas, por la parte superior donde se encontraba el gran agujero, los hombres esperaron por quince minutos y el dragón regreso con un par de morrales con comida y un poco de ropa, --tengo amigos mágicos por todo el lugar, y siempre me ayudan cuando lo requiero, así que les conseguí estas cosas--. Los viajeros tomaron sus morrales antes de irse el dragón les dio una hermosa perla del color de su piel, --esta perla es mágica y solo tienen que llamarme a través de ella cuando necesiten ayuda—dijo el animal, los dos viajeros nuevamente inclinaron la cabeza, el dragón regreso a su lugar en el frio muro de piedra y los viajeros regresaron a su campamento.

Al regresar a su campamento, los hombres no se podían explicar el por qué el dragón los había hecho entrar a la cueva a propósito, si ya sabía que no eran malas personas, pero el joven hombre, dentro de sí, sabía que lo había hecho solo para conocerlos, los hombres ya después de dos experiencias extraordinarias, una con los pigmeos y ahora con el dragón, se acostaron ya que había caído la noche, comieron un poco de lo que les había conseguido el animal y durmieron.

Al despertar se encontraron nuevamente con el dragón, el joven hombre se levanto de un salto y despertó al anciano, esta vez fue el dragón quien inclino la cabeza pero en gesto de disculpa y dijo,-- ayer no podía ver dentro de sus corazones, es por eso que los tuve tanto tiempo conmigo, pero ahora que pude ver sus sueños, pude ver que solo quieren una grandeza espiritual, lo cual es lo más importante que debe buscar cualquier ser de este mundo y sin embargo, pocos lo consiguen--. Los hombres mirándose uno al otro incrédulos de lo que estaba pasando, se acercaron al dragón y el anciano dijo –¿hay alguna forma de conocer más sobre esto?, el dragón con tono serio respondió—un poco más al sur de este lugar, hay una ciudad, de donde viene una vieja leyenda de que al final de la torre más alta, existe un ser que es puramente espiritual, el podrá ayudarlos, solo si logran subir toda la escalera de caracol, que es la única forma de llegar hasta él--. El anciano con ojos brillantes de la emoción pregunto, --¿alguien consiguió llegar?, a lo que la bestia respondió –lamentablemente aun no, pero siempre hay una primera vez--, los hombres agradecidos se despidieron, y sin mas tiempo que perder, continuaron su camino.

UN GRAN VIAJEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora