¡No seré gay!

Epílogo: Esto aún no acaba

Era un silencio incomodo, la mayor parte de los estudiantes observaban la pizarra frente a ellos mientras que un hombre de edad avanzada escribía sin titubear. Me encontraba con la cabeza apoyada en la palma de mi mano con pereza.

  — Bienvenidos al último año de universidad, espero que logren acabar éste año sin problemas. Ahora nos presentaremos — El hombre tomo una lista y nos observó—. Mi nombre es Yamamoto Hikari. He trabajado ocho años seguidos así que no tengan miedo en preguntarme alguna duda. Empecemos. ¿Señor Aoyama? 

Estudiante tras estudiante empezaron a presentarse. Algunos se mostraban seguros de si mismos y otros con miedo. Yo seguía esperando mi turno. Alguien toco la puerta y la abrió sin más. 

— ¿No cree que ha llegado muy tarde, señor...?

—Sasuki, y no es mi culpa que el trafico sea un estorbo. — respondió aquel chico con una simple sonrisa.

—Bien. Ve a tu puesto —El chico obedeció—. Aprovechando que capto nuestra atención, ¿Por qué no se presenta?

—Claro. Hola, me llamo Sasuki Ichiro y tengo veintisiete años. Actualmente estoy soltero así que las espero chicas —Lo último lo dijo observando a las mujeres del salón, las cuales no dudaron en sonreirle con picaría. 

Estos tipos de dan nauseas. 

Ichiro

¿Acaso reconozco ese nombre? Eh, no lo sé. ¿Y me importa? Claro que no.

El rubio observó a todos sus compañeros: Las chicas le sonreian. Los chicos le observaban con odio. Pero cuando su mirada cayó sobre mi no hizo más que mirarme confundido.

—Ahora, Ushiba.

Después de unos CUANTOS estudiantes más por fin llego mi turno. Me levante de mi asiento.

—Hola. Me llamo Yoshida Kei. Y si se preguntan si soy hijo de ese escritor están en lo correcto. Tengo veintiséis años y actualmente estoy comprometido. 

No me importaba ni una mierda la primera impresión, así que simplemente me senté en mi puesto y espere a que esto terminase. Paso el tiempo y la sensación de que me observaban nunca acabo. Toco la campana y salí de el salón. Me encamine por los pasillos y recibí un mensaje.

"¿Cómo estuvo el primer día? – Ángel"

"Aburrido – respondí"

"Hay días mejores :// - Ángel"

"¿Tú crees? Para mi todos los días son iguales"

"Jeje:3 Te espero en casa"

"Está bien, te veo más tarde"

"¡Te amo! Adios:3 – Ángel"

"Yo igual, bye"

Ya debieron darse cuenta; Estoy comprometido con Ángel. Ella es una mujer perfecta y no me arrepiento de haberle pedido matrimonio. Guarde el teléfono en mi bolsillo y seguí caminando. Me dirigía a mi casillero y escuché pasos detrás de mi. 

— ¿Eres nuevo? — Escuché a mi lado. Voltee y me encontré con el puto engreído.

—No.

Él me observó atentamente. ¿Tiene algún problema conmigo?

— ¿Qué quieres? — pregunte.

— ¿Te he visto en alguna parte? Me pareces muy conocido.

—Claro que no.

— ¿Seguro? Me pareces tan conocido. Hasta tu nombre, Kei.

—Capaz que nos hemos visto en un tren o algún lado, pero yo nunca te he visto.