7. DOS MESES DESPUES

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Disclaimer: Yugi-oh, no es de mi propiedad como habrán imaginado, yo solo tomo prestados a los personajes de Kazuki Takahashi-sensei para escribir este fic.

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Capítulo 7. Dos meses después...

Dos meses habían transcurrido en un abrir y cerrar de ojos. Wheeler se había acostumbrado a lidiar con las loca ideas de Solomón (había terminado por acostumbrarse a las ocurrencias del anciano que implicaban que su persona terminara espantada), y aunque el rubio no lo gritará a los cuatro vientos ese hombre sabía lo que hacía en su trabajo, sería una lástima cuando se jubilará.

–Solomón-san, tenemos que seguir revisando las reglas del contrato. No podemos dejar ningún cabo suelto.

El mayor ignoraba de forma olímpica al rubio mientras se concentraba en el juego que tenía en las manos.

Wheeler suspiro. Sabía muy bien que una vez que Solomón se ponía a jugar era muy difícil que Mutou lo escuche. Suspiro y siguió leyendo de nuevo cada una de las cláusulas, a veces le fastidiaba que las engorrosas, los tecnicismos y sobre todo que usaban en ocasiones hasta dos páginas completas para decir solo una cosa.

Así que decidió dejar de lidiar con Solomón y volver a revisar aquellos papeles, no se dio cuenta de que el tiempo se había pasado tan rápido, tenía señaladas algunas cláusulas que no lo terminaban de convencer.

Entonces escuchó como la puerta se abría de golpe.

– Hola Joey –saludo entusiasmado Mokuba.

– ¿Qué haces aquí Mokuba?... deberías estar aún en el colegio –comentó el de ojos cafés.

Mokuba lo miro extrañado.

– Joey, son las cinco de la tarde –musitó el de cabellera negra.

– ¡Eh!... las cinco. Ahora que lo pienso en qué momento se fue el abuelo.

Mokuba miraba bastante divertido la expresión del rubio.

– Por cierto, Solomón me entrego esto –dijo el menor mientras le entregaba un sobre de color manila.

– Un sobre.

Miro el sobre de color manila, pese a todo ahora tenía un poco de manía por los sobres.

– Sí, dijo algo como que aún no terminas de leer y que aquí estaban sus anotaciones para que pudieras comparar. O algo así.

– Ese viejo es astuto, a mí me tomó casi toda la tarde terminar de leerlo.

– Vamos, Joey no te deprimas. Además Solomón tiene más experiencia.

– Aun así...

– De hecho Solomón... dice que una forma de resolver los problemas es en gran parte a que siempre mantiene activo su cerebro mientras juega.

– Sí no lo viera, no lo creería...

De pronto un gruñido se escuchó del estómago del rubio.

– Joey, no te comportes como un niño... incluso se te olvido comer –lo reprendía sutilmente el menor.

– Lo que me faltaba, Solomón se comporta como un niño y Mokuba se comporta como adulto.

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Seto Kaiba lo sabía. Para atraer a las abejas solo necesitabas tener miel. En este caso la miel que atraería a unas fastidiosas abejas sería la fiesta que estaba organizando el matrimonio Pegasus. Glamor y elegancia, todo tipo de personalidades se reunirían en un solo lugar. Las familias más importantes y por supuesto las siempre presentes moscas y serpientes rastreras no desperdiciarían una oportunidad como esta.

BEHIND BLUE EYES DRAGONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora