Dormir, estudiar, leer y comer eran los mejores pasatiempos de mi vida no había nada que me gustara más hasta que lo conocí a él y todo cambio.
Mi nombre es Tara y puedo congelar todo lo que quiera, pero eso nadie lo sabe ni siquiera mi familia.
¿Cómo conseguí mi poder?
Ya les mostrare.
***
– No puedes nadar de noche mujer, te vas a resfriar.
– Creo que ese es mi problema no crees?.
– Tu mala actitud no te llevara a ningún lado Tara.
–Puedes calmarte Cat?, yo sé lo que hago y no es la primera vez que nado de noche, relajate un poco amiga. – Toque sus hombros. – No me enfermare lo prometo.– Bese su mejilla.
–Cómo puedes prometer eso?.
–Sólo confía. – Estuvo a punto de decir algo cuando salte del muelle hacía el frío y profundo lago, amaba nadar, amaba el frío como nadie, pero mi amor hacía él comenzó a formar parte de mi vida.
Vi a lo profundo algo que brillaba era como una especie de baúl algo desgastado y lleno de algas y creo que hasta era el hogar de muchos peces, nade hacía el y lo tome de inmediato salí del agua con el baúl en mis manos, al salir note que mi amiga Cat ya no estaba.
– Genial, me dejo sola como siempre.
Tome el baúl y lo coloque en el muelle, me senté en él y tome el baúl y lo coloque en mi regazo y procedí abrirlo, note que estaba sellado, tenía un candado algo peculiar, era como una especie de copo de nieve pero se movía y se convertía en una especie de bola de fuego, era algo muy extraño, pero se veía genial.
Toque el candado y él se abrió se quedo pasmado en la imagen del copo de nieve y de inmediato todo el baúl se congelo, lo abrí con cuidado y adentro tenía un libro de hielo, era completamente hielo puro, sus hojas eran finas y estaba totalmente vacío, no había nada escrito en él.
De repente una extraña luz salio del libro y me jalo dentro de él.
