Sara*
Correr en el bosque y llegar a el muelle, descansar un rato y nadar, eran uno de mis pasatiempos favoritos.
Llegue al muelle y me senté en él, estaba algo cansada y intente recostarme cuando sentí algo duro en mi cabeza, levante mi torso mientras ponía una mano en mi nunca y gritaba de dolor, gire para ver con que me había golpeado y me encontré con un libro que salio de la nada, era de hielo, lo cual era muy extraño porque el sol estaba tan resplandeciente como nunca, y aquel libro estaba echo de hielo puro, lo abrí y note sus finas hojas y el titulo era "Copos" me dio tanta curiosidad, que no pude evitar leer.
Capitulo 1.
Tara* (Candy)No sé donde estoy, todo es tan confuso, no me acuerdo de nada, no sé nada de mi vida es como si fuera perdido la memoria.
Me mire al espejo y note que mi cabello era blanco como la nieve, mi piel igual, ojos azules y cachetes rosados, me veía como siempre creo yo.
Estaba en una habitación que no sé de quien es, rodeada se personas que no conozco esas personas que dicen ser amigos y familiares, no los conozco, no me acuerdo de ellos, todos eran tan diferentes a mí.- Y yo soy tu mejor amiga, Candy no me recuerdas?.
- No. - Dije sin ánimos. - La verdad estoy algo aburrida, saldré un rato. - Di la vuelta y salí por la puerta, salí hacia la calle la cual estaba completamente congelada pero no tenía frío, al contrario, me sentía fresca era un frío acogedor, empecé a caminar para tratar de despejar un poco mi mente, pero de repente me comencé a marear y todo se torno oscuro lo último que vi fue...
Sara*
Fue la sombra de un chico y de allí no recuerdo nada.
- Esta historia es algo extraña, no entiendo nada, pero no puedo dejar de leer.
-Qué lees Sara? - Pregunto mi hermana.
- Es una especie de novela, no sé, no estoy segura - Conteste algo confundida.
- Puedo leer?
-No Cat, vete, sal de mi cuarto- Dije ya fastidiada.
- Esta bien hermana.
Deje de leer porque ya tenía algo de sueño, recosté mi cabeza en la almohada y en un abrir y cerrar de ojos quede dormida.
(***)
La mañana esta algo fría y llovía como nunca, yo estaba en cafetería comiendo sola como siempre, bueno así era hasta que llego un chico.
- Hola, me puedo sentar?
- Sí, tranquilo.
-Gracias - y se sentó como si nada, procedí a ignorarlo, tome mi libro y continúe mi historia.
Candy*
Desperté en una habitación distinta a la que estaba, las paredes eran negras y habían luces en el techo como si fueran estrellas, era hermoso y tenebroso a la vez, no sabía que hacer, aquel chico del cual su rostro no conozco no estaba por ningún lado, me levante de la cama y salí de la habitación, baje a sala y en la mesa encontré una nota.
No salgas de la casa, en medía hora regresare, no te asuste Candy, ya me recordaras.
Y no decía su nombre por ningún lado.
- A mí nadie me manda - Salí de la casa y note que era de noche y que estaba nevando como nunca, la nieve tocaba mi rostro, se sentía suave y frío, estire mi mano para que ella cayera en ella, me sentía feliz, no sé el porque.
- Te dije que no salieras - la voz de aquel chico me espanto.
- Vamos entra - le hice caso, después de todo no sé a donde ir.
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