Ranma estaba abstraído ante la teoría de su compañera, la miraba a ella y luego al agujero recién descubierto. Tenía sentido, la tina era demasiado pesada como para moverla una sola persona, debía de haber alguien más que lo ayudara a quitarla.
-Ve a traer agua, muero de sed -ordenó Akane que señaló la puerta.
-Sí, está bien -aceptó Ranma, no podía protestar a sabiendas que su compañera se encontraba agotada, aunque sí le molestó que lo mandara como si fuera su sirviente.
Akane vio a Ranma marcharse, entonces se levantó y miró hacia el agujero, se veía muy negro, con la lámpara del móvil iluminó la oscuridad que parecía tragarse la pista recién descubierta. Una escalera de hierro pegada a la pared del agujero se asomaba en la oscuridad, pero el mismo hoyo parecía no tener fondo.
-¿A dónde llevara? -Preguntó al aire.
No quería sumergirse en aquel agujero pestilente, ahora que se acordaba, los franceses habían comentado que les llegó un mal olor como a caño dos ocasiones cuando pasaron por ése pasillo. Lástima que los extranjeros habían regresado a su país natal hacía dos días sino pediría más detalles.
Regresó a la cama, aunque fuera nueva no le apetecía sentarse en ella, prefería estar de pie. Escudriñó cada centímetro de la habitación, hasta que llegó al punto donde habían clavado los ojos de la víctima como si se tratara de un adorno.
-Ustedes son las únicas testigos silenciosas que presenciaron el crimen -les dijo Akane a las paredes.
Ranma abrió la puerta repentinamente que sacó a Akane de sus pensamientos, asustándola levemente. El joven le entregó una botella de agua, la cual Akane de inmediato empezó a tomar, tenía la boca espesa de tanta sed que tenía, por lo que de un jalón se acabó una gran parte del líquido, dejando la botella casi vacía.
«Vaya que tenía sed» pensó Ranma, bebiendo un poco de agua, aunque miró la mirada cuando Akane se le quedó mirando. Era una mirada pesada y fría que a veces se preguntaba cómo había conseguido valor para sostenérsela en unas ocasiones cuando ella lo desesperaba.
-Qué piensas a todo esto, Saotome -Akane se acercó a él sin apartar su mirada.
-Bueno, mientras me dirigía a la recepción a pedir el agua, pensé que a lo mejor alguien dentro del hotel está involucrado, pienso que debe tratarse de una persona que conozca perfectamente la estructura del edificio -comentó Ranma sosteniendo la mirada de su compañera.
-Es probable, ya han entrevistado a todos los empleados, incluso los que no les tocó trabajar ésa noche.
-La empleada que encontró a las gemelas sigue internada, apenas le mencionan lo del caso y empieza a llorar, pobre mujer -Ranma suspiró con pesar.
Akane no respondió ante eso, se dio media vuelta y veía su celular. Ranma alcanzó a ver que se trataba de William que le había enviado un mensaje.
La puerta se abrió, era Tadashi y Fujima acompañados de dos personas más que Ranma no conocía. Aquellos hombres vestían con un traje similar al de los bomberos que apenas saludaron y fueron directamente al baño.
-¿Cómo es que descubrieron ése agujero? -Preguntó Tadashi, curioso.
-Por casualidad, Saotome le dio por recargarse sobre la tina y esta se movió -contestó Akane muy tranquila-. Bueno, lo que encuentren me avisan, me iré a casa.
La agente volvió a poner atención a su celular mientras caminaba hacia la puerta, pero Ranma la alcanzó, tomándola por el brazo.
-Akane -le habló suavemente-. Tienes que contarles lo que sucedió saliendo del bar, tienen que saber que sufriste un atentado -lo dijo en un susurro, preocupado.
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Policias
ActionEscribo casi siempre lo mismo pero bueno! y AVISO que esta historia tiene lemon con contenido explícito. Está ambientado en un Universo Alterno y los personajes no tienen sus personalidades originales ¡ok! EMPEZEMOS!