4. Fiesta nada alocada

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FIESTA NADA ALOCADA

Chase

Apenas me desperté, comí algo, me vestí y me fui derecho al instituto. Cuando llegas una hora antes de que todos, tienes un tiempo libre en la escuela para ti solo, bueno, salvo por maestros que son los que llegan a esta hora.

Con cuidado de que no me vean, entro en el gimnasio de la escuela. Cuando ya estoy dentro, dejo la mochila en el suelo saco mi iPod, los auriculares y comienza la acción. Hace poco me había aprendido una coreografía buenísima, y que era de alta complejidad, claro que no estoy alardeando.

Cuando bailaba, sentía que la sangre que me corría más rápidamente por las venas. La energía fluía por todas las extremidades de mi cuerpo y solo me movía. La música mandaba vibraciones eléctricas a mi cuerpo que se movía a los compases sin detenerse. Brazo, pecho, abdomen, piernas, todo estaba conectado en el baile, y lo podía sentir. Podía sentir como la energía, toda esa rabia acumulada por las malas mañanas que me da mi padre, se libera a través de mis movimientos.

Me obligo a detenerme. Me saco los audífonos y noto que estoy muy sudado. Corro a las duchas, y me apresuro, ya que en diez minutos comienzan las clases.

Salgo como si nada, con el cabello mojado, y con la camiseta pegada al cuerpo. En medio del pasillo, me encuentro con Jon, que llega puestos sus auriculares y mueve la cabeza al ritmo de la música. No sé muy bien como lo hace para no chocar con la gente, porque mientras camina, lee un libro.

Cuando pasa por mi lado, le tomo el hombro, obligando a detenerlo.

¾ ¡Hey! -gritó Jon. Se sacó los audífonos y me miró con el ceño fruncido-. ¿No ves que estaba ocupado?

¾ Lo siento, no creí que te afectara tanto, solo quería saludar-dije y me volví a mi casillero.

¾ Pues hola, Chase- dijo a mis espaldas.

Saqué unos cuantos libros, y cuando me volteé ya no estaba. A veces sin duda me daban ganas de partirle la cara Jon, pero estaba en el equipo de futbol y es obvio que me doblega en fuerza, así que está claro quién terminaría con la cara rota. Solo una advertencia antes de seguir, nunca jueguen a las luchas con Jon.

Me quedé apoyado en la taquilla, revisando unas guías de estudio para el examen de mañana. Si no tienes créditos para entrar a una buena universidad, es mejor conseguir buenas calificaciones. Y mi opción no era entrar en el equipo como quería mi padre y obtener una beca por ello. A sí que solo me quedaban las buenas notas.

¾ Hola, Chase.

Al levantar la vista me encontré con Stacey, una chica bastante atractiva, de cabello y ojos negros, de tez blanca. Ella sin duda parecía blanca nieves, pero era linda. Y simpática. Nos conocimos en una fiesta, hace un año, y puedo asegurarles que besa muy bien. Pero después de eso, no estaba interesado y ahora solos somos compañeros en algunas clases.

¾ ¿Qué tal, Stacey?

¾ Bien, si...em...el sábado daré una fiesta en mi casa, nada muy alocado- abrió los ojos y sonrió-.Ya sabes, mis padres están de viaje y...me gustaría mucho que fueras.

En realidad, no me gustaba que la gente ocupara esa frase. Ya sabes. Yo no sabía que sus padres estaban fuera, y tampoco tenía como saberlo. Pero son manías mías, estupideces. Lo pasé por alto.

¾ Ah, claro, iré-respondí.

¾ ¿Y cómo ha estado todo en tu vida?

Sonreí. Me gustaban sus esfuerzos por hacer querer durar nuestra conversación, así que respondí amablemente.

¾ Todo en calma, bueno, mi padre aun me presiona para que entre en el equipo, pero...

¾ Deberías hacerlo, ya sabes, sería lo único que te falta para ser...

¾ ¿Para ser...?-noté que sus pálidas mejillas se tornaban cada vez mas rosadas.

¾ Vamos, Chase, para ser el chico ideal-dijo abriendo mas los ojos y dándome una mirada de cachorrito abandonado.

¾ Agradezco tus halagos, pero no. No entraré en el equipo ni ahora ni nunca. Eso no es lo que me gusta.

Apenas sonó el timbre, se despidió de mí y se fue rápidamente a su clase. Yo hice lo mismo.

El sábado llegó más rápido de lo que pensé. Jon y los muchachos igual iban a ir a la fiesta nada alocada de Stacey, así que a las diez pasarían por mí. Cuando les comenté a mis padres en la cena que tenía planeado ir a una fiesta el sábado, mi padre golpeó la mesa en señal de euforia. Muchos otros chicos de mi edad desearían tener a un padre como el mío. Muchos otros chicos, menos yo. Los demás estarían felices de que sus padres no pusieran obstáculos para ir a una fiesta un sábado, y que incentivaran que bebieras alcohol y durmieras con chicas totalmente ebrias. Suena feo, muy feo, pues así es mi padre.

Cuando nos acercamos a la casa de Stacey, nos dimos cuenta de que no era una fiesta nada alocada.


ESPEROO QUE LES HAYA GUSTADO, NO SE OLVIDEN DE VOTAR Y DENTRO DE UNOS DÍAS VUELVO CON EL PROXIMO CAPITULO DE ESTA HISTORIA.

¿QUE CREEN QUE OCURRIRA EN LA FIESTA NADA ALOCADA DE STACEY? DEJENLO EN LOS COMENTARIOS.

SI QUIEREN QUE LES DEDIQUE UN CAP, SOLO DEBEN APRETAR ESTA ESTRELLITA DE ACÁ ABAJO <3

UN BESOTE GRANDE!

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